Panamá, 7 feb.- El Gobierno de Panamá y los líderes de la revuelta indígena antiminera acordaron hoy, con mediación de la Iglesia católica, iniciar una negociación sobre una nueva ley minera, con lo que se puso fin a los enfrentamientos que dejaron dos muertos y decenas de heridos y detenidos.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá, el obispo de David, José Luis Lacunza, leyó en la escuela de la localidad rural de San Lorenzo, sede de las conversaciones, a unos 400 kilómetros al oeste de la capital, el acuerdo que restableció la tranquilidad luego de cinco días de bloqueo de la principal carretera del país, seguido de violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La cacica Ngäbe Buglé, Silvia Carrera, que encabezó la protesta, declaró antes de firmar el documento que "todavía no hemos conseguido nada, los Ngäbe ya tenemos más de 500 años de esta lucha, no creemos en la autoridad, pero queremos que todos vayan hoy tranquilos a su casa y esperamos cumplan".
El ministro panameño de la Presidencia, Demetrio Papadimitriu, por su lado, agradeció la gestión mediadora de Lacunza y manifestó el pesar del Gobierno Nacional por la muerte del joven Jerónimo Rodríguez, y anunció a su familia que se les brindará asistencia.
"Algo difícil de hacer cuando fallece un padre de familia. Queremos una vez más como Gobierno manifestar que estamos dispuestos a dialogar, hoy se establece una mesa con la Coordinadora, con la cacique, monseñor Lacunza, cuya participación ha sido muy valiosa y gracias a él hemos llegado a un acuerdo", sostuvo.
Rodríguez fue la primera víctima mortal, el pasado domingo, cuando los policías despejaron las barricadas que los indígenas tendieron sobre la vía Interamericana desde el martes de la semana pasada, entre San Félix y Vigui, localidades del occidente del país, donde quedaron retenidos varios miles de personas, incluso turistas extranjeros.
La pasada madrugada murió un indígena menor de edad en un confuso incidente en La Loma, provincia occidental de Chiriquí, que está bajo investigación.
El acuerdo garantiza la liberación de todos los detenidos, ninguna persecución a los Ngäbe Buglé, el fin de las protestas callejeras, e iniciar la discusión de los artículos de la nueva ley minera que incluyan la prohibición de la explotación de minerales en la comarca de esa etnia, sobre lo que el Gobierno dijo hay consenso, y la aspiración de prohibir la construcción de hidroeléctricas.
De acuerdo con los negociadores, se espera que este miércoles se inicie la mesa de conversaciones sobre el asunto de las prohibiciones de explotación minera e hidrológica.
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