El líder de la oposición lusa ve en el FMI una solución y pide no demonizarlo

  • Lisboa.- El secretario general del Partido Social Demócrata (PSD), Pedro Passos Coelho, criticó el intento de "demonizar" el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que este organismo es una de las posibles soluciones para Portugal.

El líder de la oposición lusa ve en el FMI una solución y pide no demonizarlo
El líder de la oposición lusa ve en el FMI una solución y pide no demonizarlo

Lisboa.- El secretario general del Partido Social Demócrata (PSD), Pedro Passos Coelho, criticó el intento de "demonizar" el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que este organismo es una de las posibles soluciones para Portugal.

En una extensa entrevista que publicó hoy el semanario luso Expresso, el líder de la oposición en Portugal se declaró dispuesto a trabajar con el FMI "si ésa fuera la forma de ayudar al país", y recordó que precisamente éste es el motivo por el que Portugal "forma parte" de este organismo.

"Lo peor que puede pasar a un país es continuar sin soluciones, y no podemos demonizar una de las soluciones (que tendría Portugal) si no fuésemos capaces de resolver nuestros problemas", subrayó el dirigente del PSD (centro derecha).

Passos Coelho explicó que en el caso de que "sea preciso" recurrir al FMI, esta ayuda se prologará "por entre cuatro y seis años, nunca menos".

"Haremos lo que sea preciso para evitar esa situación extrema -en referencia a la intervención del FMI-, pero si no fuera suficiente, estaremos aquí para lo que sea necesario", insistió.

El líder de la oposición lusa señaló que espera llegar al cargo de primer ministro de Portugal sin que el país esté intervenido, lo que todavía considera posible gracias a la aprobación de los presupuestos -cuyo último trámite finalizó ayer- y a que la banca lusa "se mantiene saludable, no como en Irlanda".

"Podemos resistir a esta situación", afirmó.

Passos Coelho se pronunció así tan sólo cinco días después de que Irlanda aceptara la ayuda del FMI y de la Unión Europea, en un plan de rescate valorado en cerca de 85.000 millones de euros.

Este movimiento ha desatado las especulaciones sobre un hipotético rescate a Portugal y España que los Gobiernos tanto de uno como de otro país se han apresurado a desmentir.

De hecho, el primer ministro luso, Jose Sócrates, mantuvo ayer un encuentro con corresponsales extranjeros para transmitirles su confianza en la economía portuguesa, de la que destacó que no tiene que hacer frente ni a burbujas inmobiliarias ni a problemas en su sistema bancario.

El secretario general del PSD culpó a Sócrates de permitir que el Estado haya ido consumiendo cada vez más dinero "a costa de los impuestos pagados por los contribuyentes sin retorno social", en una concepción "muy socialista de que el Estado por naturaleza es bueno y la mejor solución".

El líder de la oposición lusa se mostró favorable a reducir el gasto público y "gestionar mejor" los servicios que hoy dependen de la financiación estatal, y propuso dar prioridad a los mercados de América del Sur, África y Asia en vez de a la relación comercial con España.

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