El "mea culpa" del FMI en Grecia reabre el debate sobre sus polémicas recetas

  • El sorprendente reconocimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) de sus "notables fallos" en el rescate financiero a Grecia, recuerda a sus errores en el pasado, y ha abierto el debate sobre la necesidad de una mayor flexibilidad a la hora de aplicar duras exigencias de ajuste económico.

Alfonso Fernández

Washington, 6 jun.- El sorprendente reconocimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) de sus "notables fallos" en el rescate financiero a Grecia, recuerda a sus errores en el pasado, y ha abierto el debate sobre la necesidad de una mayor flexibilidad a la hora de aplicar duras exigencias de ajuste económico.

El FMI admitió en un informe este miércoles que a raíz del plan de rescate de 2010, que se renovó en el 2012 al quedarse corto el primero, la economía helena se "enfrentó a una recesión mucho más profunda de lo previsto, con un desempleo excepcionalmente alto".

La noticia provocó hoy todo tipo de reacciones en el Viejo Continente y llevó a la Comisión Europea a defender su papel en la gestión de la crisis griega, así como su decisión de no haber adelantado la reestructuración de su deuda pública a 2010.

El Fondo por su parte puntualizó hoy que sus errores se produjeron en el "contexto" de una "crisis excepcional" y aseguró que "con la misma información" habría hecho lo mismo.

Sea como sea, la asunción del error es especialmente llamativa en una institución como la dirigida por Christine Lagarde, que en sus más de seis décadas de historia, no se ha caracterizado por entonar el "mea culpa" a menudo.

Y todo ello pese a su historial de polémicas actuaciones en el pasado que no le han granjeado una gran fama, especialmente en países en desarrollo, aquellos quienes más han experimentado los efectos sus programas de ajuste.

Es el caso de la conocida como "crisis de los Tigres Asiáticos" en 1997, en la que también intervino el organismo internacional con la exigencia de estrictas medidas de ajuste a cambio del rescate, y que acabaron ahondando los problemas económicos de la región y provocaron una aguda recesión en países como Tailandia o Indonesia.

O, más recientemente, la crisis de Argentina de 2001-02, en la que el ente internacional fue incapaz de advertir sobre los inminentes riesgos asociados con el mantenimiento de la paridad fija del peso con el dólar.

Como consecuencia de la consiguiente salida de capitales, el gobierno argentino impuso el llamado "corralito bancario", restricciones a la retirada de depósitos, que desembocó en la suspensión de pagos de cerca de 100.000 millones de dólares, uno de los más grandes de la historia.

Para Jacob Kirkegaard, investigador del Peterson Institute de Washington, la autocrítica asumida por el Fondo es "saludable" y supone un paso al frente para mantener su "credibilidad".

"El informe sobre Grecia es una indicación de la misma evaluación posterior que se hizo sobre sus programas en Argentina y Asia (...) y supone una llamada de atención a la necesidad de actuar en tiempo real por parte del FMI ante las críticas", explicó Kirkegaard a Efe.

Asimismo, las lecciones aprendidas del caso griego refuerzan la idea de que un exceso de énfasis en la austeridad y el saneamiento de las cuentas públicas conlleva efectos dramáticos sobre la economía real y los ciudadanos que lo sufren.

"Los efectos sobre el tejido social de estas políticas de austeridad han sido especialmente dañinos", afirmó Michael Ash, profesor de la Universidad de Massachusetts en Amherst, al referirse explícitamente al caso europeo.

Ash, que fue precisamente coautor de un reciente estudio de gran impacto que ha cuestionado la efectividad de los ajustes, indicó que la actual situación de recesión en Italia, Portugal o España subrayan "claramente" la necesidad de un cambio de paradigma y cómo es necesario incidir en el estímulo y el crecimiento.

En este sentido, también se pronunció Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR), quien quitó importancia al informe griego en concreto, y se mostró escéptico sobre cambios sustanciales de las recetas del FMI.

"El gran problema es que la políticas aplicadas son erróneas y el motivo de que Europa siga en recesión y con niveles récord de desempleo, mientras que en EE.UU, donde surgió la crisis, llevan ya casi cuatro años en recuperación", aseguró a Efe.

Weisbrot insistió, de todos modos, en que los errores del Fondo no son nada nuevo.

"Las políticas del FMI han fallado bastantes veces en su historia, una gran parte en los últimos veinte años. Esta es la continuación, la única diferencia es que en este caso se produjo en un país desarrollado, y actuó en conjunto con las autoridades europeas", concluyó.

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