El precio de la vivienda nueva aumenta en 36 ciudades chinas durante agosto

Pekín, 18 sep.- El precio de la vivienda nueva en China se incrementó durante el mes de agosto en 36 ciudades, de un total de setenta analizadas, con respecto a los registros del mes anterior, informó hoy el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).

De las setenta mayores ciudades chinas, veinte registraron una caída del precio de las viviendas, mientras que las 14 restantes mantuvieron los precios constantes.

Respecto a agosto del año pasado, 14 ciudades han notado un incremento de los precios de hasta el 1,3 %.

Estas cifras, sin embargo, son inferiores a las que se contabilizaron el pasado julio, cuando hasta 50 de las 70 ciudades que se examinan habitualmente registraron subidas del precio de las viviendas nuevas.

Según el informe del Buró Nacional de Estadísticas, recogido por la agencia Xinhua, "el país continuó con los esfuerzos para reducir los precios inmobiliarios y la especulación".

En 2010, China impuso restricciones al sector inmobiliario para controlar el precio de las viviendas -que se había disparado a niveles estratosféricos en los últimos años- y controlar los costes a unos niveles "razonables".

Entre las medidas que se aplicaron destaca la restricción de compra de viviendas en varias ciudades, la creación de impuestos sobre la propiedad o contratos que requieren mayores pagos iniciales.

Estas medidas tratan de frenar una temida burbuja inmobiliaria en China, al estilo de la occidental, cuando el país vive un proceso de rápida urbanización.

Con este objetivo, los mandatarios chinos han repetido en distintas ocasiones que continuarán adoptando medidas de control sobre la vivienda a pesar de la relajación del crecimiento económico.

No obstante, las políticas del Gobierno chino en los últimos meses para tratar de estabilizar la economía, entre las que destacan la bajada de los tipos de interés en junio y julio, han sido un factor determinante en el impulso la demanda de vivienda en todo el país.

Los últimos datos económicos han emitido un panorama decepcionante para la economía china, con unas exportaciones que crecieron por debajo de lo esperado en agosto (un 2,7 %) o el nivel de producción industrial más bajo desde mayo (un 8,9 %).

Ello ha hecho temer que el país no pueda cumplir los objetivos de crecimiento para este año, de un 7,5 %, medio punto porcentual menos que el año anterior.