Madrid, 22 feb.- El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) pidió hoy la supresión inmediata del Impuesto de Matriculación y, si el Gobierno decidiera subir el impuesto sobre los hidrocarburos, también la eliminación paulatina del Impuesto de Circulación.
Estas peticiones forman parte de un estudio realizado por este club automovilista, presentado hoy en Madrid, que se sustenta en la convicción de que, en las circunstancias actuales, son imprescindibles reformas estructurales de efecto inmediato para activar la economía a corto plazo.
La reforma de la fiscalidad del automóvil es estructural y, asegura el RACC, que tiene un efecto inmediato en la activación de la demanda del mercado del automóvil.
Miquel Nadal, uno de los autores del informe y presidente de la Fundación RACC, dijo en rueda de prensa que la pérdida de recaudación por la desaparición del Impuesto de Matriculación es compensada por los ingresos generados por un aumento de las matriculaciones estimado en 250.000 unidades.
En relación al Impuesto de Circulación, Nadal propuso su gradual eliminación sólo en el caso de que el Gobierno decidiera subir los impuestos aplicados a los carburantes y, en este caso, los ayuntamientos españoles deben ser compensados, por otras vías, por la pérdida de estos ingresos.
No obstante, el presidente de la Fundación RACC reclamó que los ingresos generados por estos impuestos especiales sobre las gasolinas debe revertir en mayor medida en el mantenimiento de las carreteras.
Nadal recordó que las necesidades de mantenimiento de la red viaria son de 3.500 millones de euros anuales, cuando la recaudación por estos impuestos especiales subió en el año 2010 a más de 15.000 millones de euros.
El presidente de la Fundación RACC recordó que el automóvil está gravado con nueve figuras impositivas distintas teniendo en cuenta la imposición general y la específica.
El estudio del RACC se centra también en los efectos para la seguridad y el impacto medioambiental, ya que el envejecimiento del parque está siendo alarmante, con una progresión que en el año 2014 puede hacer que el número de vehículos con más de 10 años de antigüedad sea superior al 50 %.
En relación a la seguridad vial, los estudios más solventes, según Nadal, muestran que la renovación del parque automovilístico supone, en promedio, una reducción anual de un 1 % de las víctimas de tráfico, lo que aplicado al caso español, supone que a lo largo de los últimos 10 años la mejora del parque evitó aproximadamente 2.300 muertos y 12.000 heridos graves en las carreteras españolas.
Sobre las consecuencias medioambientales, Miquel Nadal explicó que un coche con motor diesel de hace 10 años emite el triple de óxidos de nitrógeno que un coche diesel actual, y esta misma relación es de 10 veces en cuanto a las partículas en suspensión.
La supresión de los impuestos de matriculación y circulación tendrían un efecto claro de activación económica que promovería que las ventas se situasen en un nivel de equilibrio que el RACC estima en unos 1.100.000 vehículos anuales.
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