Los depósitos de españoles en las entidades financieras se redujeron en 29.810 millones de euros en el mes de julio respecto al mes anterior (-2,6%), coincidiendo con el acuerdo del Eurogrupo para liberar un préstamo europeo de hasta 100.000 millones para garantizar la solvencia del sector financiero español.
Losúltimos datos provisionales dados a conocer por el Banco de España, que cifran la cuantía total depositada en cuentas a la vista, de ahorro y a plazo en 1,117 billones de euros, suponen la mayor retirada de depósitos registrada por el supervisor bancario desde el inicio de la crisis.
Varios factores explican que ese hito se haya marcado precisamente el pasado mes de julio. En primer lugar, la desconfianza. A mediados de junio se conoció que Europa ponía a disposición de España una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para apuntalar la solvencia del sistema financiero nacional.
El primer mensaje que han debido entender los depositantes es que la solvencia del sector financiero español necesita ser apuntalada, lo que no constituye un mensaje tranquilizador para quien tiene su dinero en el banco, menos aún si se acompaña de declaraciones por parte de autoridades europeas pidiendo el cierre de alguna que otra entidad.
Pero si la retirada de depósitos ha resultado masiva en este mes de julio en particular es porque a este acontecimiento puntual se ha unido un relevante factor estacional. En julio, las pymes tienen que hacer frente al segundo pago trimestral del IVA, al segundo pago correspondiente al Impuesto de Sociedades y, en su caso, a los pagos fraccionados del IRPF, una factura fiscal que no pocas intentan financiar en parte mediante los rendimientos de depósitos bancarios.
De hecho, la estadística de depósitos bancarios del Banco de España siempre muestra caídas más o menos leves en los meses de abril, julio y octubre, en los que las empresas hacen frente a sus obligaciones fiscales.
El último factor se corresponde con un fenómeno sobre el que ha llamado la atención el Gobierno para negar que exista una fuga de capitales desde España y que tampoco es ajeno a alguna actuación normativa, la penalización de los depósitos de alta rentabilidad.
El Gobierno anterior decidió penalizar los depósitos con rentabilidades elevadas estableciendo una contribución adicional al Fondo de Garantía de Depósitos para los que ofrecieran rentabilidades que superaran determinado límite. Desde que se pusiera en marcha esa medida los depósitos de las entidades bancarias han perdido 77.259 millones de euros, de los cuales 38.183 millones se han retirado durante 2012.
En lo que va de año, los depósitos en las entidades financieras acumulan una reducción de 38.183 millones de euros. La brecha se amplía a 77.259 millones, un 6,5% menos, si se toman los últimos doce meses.
El Gobierno sostiene que esa retirada de depósitos no implica necesariamente que ese dinero haya salido de España, sino que se ha movido a otros instrumentos menos penalizados como los pagarés.
El pasado 31 de agosto el Gobierno levantó la penalización sobre los depósitos. Los datos de evolución de las cantidades depositadas durante el mes de septiembre permitirán conocer hasta qué punto la atonía de estas cuentas en los últimos meses se ha debido al marco normativo.
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