El sector de biocarburantes denuncia la "pasividad" de industria ante las importaciones desleales


La Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) denunció este miércoles que la "pasividad" del Gobierno ante las importaciones desleales de biocarburantes "condena
a muerte a la industria española del biodiésel".
Esta organización denunció que el nuevo Secretario de Estado de Energía, Fabricio Hernández, mantiene paralizada la tramitación del proyecto de orden ministerial que impulsó a mediados del año pasado el Ministerio de Industria, en respuesta a las peticiones del sector.
Se trataría, según APPA, de una norma "que impida la competencia desleal del biodiésel importado y aseguren la supervivencia de la industria nacional de biocarburantes".
De este modo, añadió esta asociación, se está "incumpliendo el compromiso adquirido por el Ministerio de ultimar su aprobación por el procedimiento de urgencia, lo que habría permitido que la orden estuviera ya en vigor".
Los últimos datos oficiales señalan que entre enero y noviembre de 2010 se importaron en España más de 700.000 toneladas de biodiésel, lo que supone casi el 60% de todo el consumo nacional en ese mismo período, habiendo llegado las importaciones incluso al 80% en el tercer trimestre del año. Más de tres cuartas partes de las importaciones acumuladas el año pasado provenían de Argentina e Indonesia.
Según esta patronal, "el mercado español de biocarburantes estaba totalmente desprotegido contra la competencia desleal. Si no se actúa ya, las importaciones se harán irremisiblemente en breve con la totalidad del mercado español de biodiésel". La avalancha de biodiésel procedente de Argentina e Indonesia tiene su origen en el sistema de tasas diferenciales a la exportación (TDE) que aplican ambos países. Así, el Gobierno argentino viene gravando desde hace varios años la exportación de aceite de soja con una tasa del 32% mientras que el biodiésel producido con dicha materia prima sólo soporta una tarifa bruta del 20%.
Por su parte, el gobierno indonesio grava actualmente la exportación de aceite de palma con una tasa del 25%, mientras que el biodiésel producido con dicho aceite sólo sufre una imposición del 10%.
"Siendo Argentina e Indonesia los principales productores mundiales de aceite de soja y palma, respectivamente, son ellos los que marcan los precios de referencia de estas materias primas. La aplicación de las citadas tasas diferenciales les sitúa en una posición de ventaja competitiva desleal respecto a los productores del resto del mundo, permitiéndoles incluso llegar en ocasiones a exportar biodiésel a un precio inferior al de venta en el resto de países de las materias primas que ellos utilizan", explicó.
Esta distorsión comercial se ve agravada, además, por el "injustificado trato preferencial que la UE da al biodiésel argentino e indonesio, que están exentos de pagar el arancel del 6,5% aplicable con carácter general a toda importación comunitaria de biodiésel por considerarse ambos países en vías de desarrollo dentro del llamado Sistema de Preferencias Arancelarias Generalizadas", concluyó APPA.
A su juicio, la reciente rebaja de la obligación de 2010 y la poca ambición de los objetivos para 2011, 2012 y 2013 "confirman la falta de voluntad política de apoyar seriamente a los biocarburantes".

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