El síndrome de Cenicienta: Cuando la mujer se convierte en "felpudo" por amor

  • Algunas mujeres son capaces de hacer cualquier cosa con tal de amoldarse a su pareja, incluso dejar de ser ellas mismas y convertirse en "felpudo". La psicoanalista Mariela Michelena lo denomina el síndrome de Cenicienta, uno de los "pecados" que se cometen y por los que se sufre por amor.

Madrid, 27 ene.- Algunas mujeres son capaces de hacer cualquier cosa con tal de amoldarse a su pareja, incluso dejar de ser ellas mismas y convertirse en "felpudo". La psicoanalista Mariela Michelena lo denomina el síndrome de Cenicienta, uno de los "pecados" que se cometen y por los que se sufre por amor.

Esta metáfora viene del cuento de los Hermanos Grimm, en el que las hermanastras de Cenicienta llegan a arrancarse los dedos del pie y rebanarse el talón con tal de entrar en el zapato de cristal.

"Esto no se queda en una metáfora. A veces las mujeres, con tal de entrar en el zapato que otro les presenta, son capaces de hacer sacrificios innombrables", ha dicho hoy Michelena, que ha puesto como ejemplo cuando una mujer gana más dinero que su marido y "trata de que no se sepa para que él no se sienta mal".

La psicoanalista lo ha explicado así en la presentación de su nuevo libro, "Mujeres que lo dan todo a cambio de nada" (La Esfera de los Libros), en el que recopila historias de lectoras que le escribieron contándole sus experiencias.

Pero ella no da ni consejos ni recomendaciones, pretende que con estas historias otras mujeres se sientan identificadas y reflexionen sobre su situación y sobre qué pueden hacer para cambiarla.

Además del síndrome de Cenicienta, Michelena ha señalado que hay otros tres "pecados capitales" en el amor, como "la intermitencia", es decir, relaciones que empiezan y acaban sucesivamente pero que no funcionan porque nada va a cambiar.

Para esta psicoanalista, los otros dos "pecados" son la sumisión y la adicción.

Michelena ha indicado que el origen de una mujer "malquerida" no se encuentra en una autoestima baja, sino en todo lo contrario: "En una mujer que se ve capaz de todo y de perdonarlo todo". Es decir, una "autoestima mal entendida".

No hay un perfil específico de mujer que sufra estos "pecados", pero sí hay señales que indican que se están produciendo: cuando no existe reciprocidad -sentir que se está dando más de lo que se recibe- y cuando no hay comodidad -sentir que hay que cumplir ciertas espectativas-.

Ante ello, Michelena ha subrayado que "no hay que pensar que es cuestión de tiempo y que él va a cambiar", porque esto no es así y "suele ser una trampa en la que solemos caer".

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