Propuesta antes de verano

Las eléctricas aceleran para 'acordar' con la CNMC una reforma de la retribución

El sector trabaja en propuestas metodológicas y no está pidiendo un valor concreto de la tasa de retribución financiera, aunque es consciente de que puede quedarse por debajo de otros países como Francia (en el 7%).

Red eléctrica.
Las eléctricas aceleran para 'acordar' con la CNMC una reforma de la retribución.
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Las distribuidoras eléctricas trabajan a destajo para llevar ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) una reforma del mecanismo retributivo que otorgue al sector estabilidad y credibilidad regulatoria en el tiempo. Las compañías están desarrollando propuestas metodológicas y no se están centrado, por ahora, en un valor concreto de la tasa de retribución financiera (TFR), si bien son conscientes de que para el próximo periodo regulatorio (2026-2031) puede quedarse por debajo de otros países europeos (algunos en el 7%) ante la normalización de los tipos de interés.

"Hace falta una reforma total del mecanismo retributivo y la regulación de la red de distribución, de forma urgente, que retribuya adecuadamente a los distribuidores y le dé al sector estabilidad y credibilidad regulatoria, con el objetivo de proceder al desarrollo acelerado de la red de distribución. La red tiene que estar disponible para los nuevos suministros, almacenamiento y nueva generación renovable. Si no es así, el proceso de electrificación y con ello toda la transición energética, no será posible", señalan a La Información fuentes del sector.

Las mismas fuentes indican que no se han producido reuniones recientes con Competencia para abordar este asunto, aunque sí afirman que en su día las empresas le trasladaron al regulador lo que se hace en otros países europeos. Actualmente en España existe una tasa de retribución financiera del 5,58% y se espera que antes de verano la CNMC lance una consulta pública previa sobre los elementos que deberían contemplarse en el cálculo de la tasa para el tercer periodo regulatorio, que abarcará de 2026 a 2031.

Más protagonismo para el uso eficiente

El propio organismo que preside Cani Fernández ya reconoce que se deben tener en cuenta aspectos tales como la incentivación al uso eficiente de las redes eléctricas existentes, la consideración de nuevas figuras y funciones de las empresas distribuidoras, etc. En sus propias palabras, todo ello para alcanzar los retos de la transición energética y el proceso de transición limpia, en la que se encuentra actualmente inmerso el sector energético. "Con vistas a su publicación, el sector ya está trabajando en determinados aspectos, como puede ser el reconocimiento de una revisión de los valores unitarios, una mayor certidumbre tanto en el reconocimiento como en el posterior pago de las inversiones. Además, y por si fuera poco, aspectos que todavía están pendientes, como es el cálculo de la tasa de retribución financiera para el siguiente periodo retributivo", subraya en conversación con este medio Cristina Olivera, 'manager' en Arthur D. Little.

Olivera pone de relieve que los valores unitarios de los que dependen los ingresos de la actividad no han sido actualizados desde su establecimiento con la IET 2660/2015, así como que la futura tasa de retribución financiera se establecerá con datos de 2018-2023 para su aplicación entre 2026 y 2031. "Aunque la metodología aplicada puede resultar correcta, como ya se comentaba en un informe de Arthur D.Little, se corre el riesgo de que para el próximo periodo regulatorio se utilicen parámetros no adecuados. En el citado informe se realizaba una corrección sobre la prima de riesgo, hablándose de una TRF que podría llegar casi al 7%. Esta TRF seria similar a las que actualmente maneja el sector Recore, cuya metodología retributiva es similar", argumenta. 

La digitalización como eje central

Por otro lado, otro de los temores del sector es que el tercer periodo regulatorio no se adapte a las necesidades de digitalización e innovación que requieren las redes de distribución y no se les reconozca dentro de sus inversiones los activos más intangibles. En este sentido, el rún rún no cesa ante la incertidumbre que genera la retribución para el tercer periodo regulatorio y las fuentes hacen hincapié en que la digitalización es un elemento clave para integrar a los nuevos agentes del sector, principalmente a la demanda.

Un estudio de la patronal europea Eurelectric apunta que aproximadamente el 16% de inversiones de los Operadores de Sistemas de Distribución (DSOs) deberán ser en digitalización hasta 2030. Así, aunque la Circular 6/2019 ya incluyó el reconocimiento de inversiones en este campo y también automatización (tipo 2 y proyectos piloto), piden una mayor ambición para seguir avanzando y también que se divulguen el tipo de inversiones que se vayan a requerir, siempre de la mano de los agentes colaboradores para que Competencia sepa 'ex-ante' a lo que se enfrenta.

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