Empresas y familias tienen que quitarse de encima aún 300.000 millones en deudas

    • Al ritmo de reducción de los dos últimos años, particulares y empresas se habrán sacudido su sobreendeudamiento en cuestión de tres años.
    • Algunos expertos están convencidos de que España necesitará una quita de deuda privada para salir adelante.

La deuda de las familias y empresas ha caído a niveles anteriores a 2006.
La deuda de las familias y empresas ha caído a niveles anteriores a 2006.

En los últimos tres años, y haciendo un esfuerzo sin precedentes, empresas y particulares han reducido el volumen de sus deudas en más 270.000 millones de euros, una cuantía equivalente al 27% del PIB español.

El proceso no ha salido gratis. Las familias han exprimido sus finanzas hasta el punto de reducir su capacidad de ahorro a la mínima expresión, miles de ellas han acabado perdiendo su vivienda para poder quitarse de encima las deudas y, al cabo, la situación ha tenido profundas consecuencias sobre la economía.

Principalmente, porque esa forma de ajustarse el cinturón ha acabado por deprimir el consumo de los hogares, el motor que tira nada menos que del 60% del PIB nacional.

A las empresas les ha ocurrido un poco lo mismo. Han reducido su endeudamiento de una forma dramática en los últimos tres años, pero ha sido a costa de hundir unos resultados ya pobres de por sí y de sacrificar beneficios para hacer frente a las cargas financieras de los años de vino y rosas.

Los últimos datos del Banco de España situaban en el 0,5% la rentabilidad media de las empresas españolas. En realidad, el negocio ofrece unos márgenes del 3,9%, pero la mayor parte de las ganancias se van a enjugar las obligaciones de pago asociadas al endeudamiento.

Con ese margen medio de rentabilidad, uno se puede imaginar la inclinacion a invertir de la inmensa mayoría del sector empresarial español...

Bien, pues según el Ministerio de Economía empresas y familias no están más que a mitad de camino de devolver su endeudamiento a unos parámetros medianamente aceptables.Un tercio del PIB en deuda sobrante

Luis de Guindos ha recordado este martes en el Foro Líderes, organizado por Agencia EFE y KPMG, que el proceso de desapalancamiento del sector privado está lejos de finalizar y que aún es necesario que sus deudas se reduzcan en 30 puntos del PIB para que alcancen un nivel que se pueda considerar normal.

Hablando en dinero contante y sonante, esto significa que empresas y familias aún tendrían que reducir su endeudamiento en 300.000 millones de euros, es decir, en un 16% respecto a su nivel actual.

El objetivo sería situar la deuda privada de España en el 160% del PIB, el nivel máximo que Bruselas consiente para no considerar la acumulación de deudas por parte del sector privado como un grave desequilibrio económico.

Para poner la cuestión en perspectiva conviene saber que esa reducción es más o menos la que se ha conseguido desde que se iniciara la crisis, es decir, en los seis años que van de 2008 a 2014. En ese periodo el endeudamiento privado pasó de 2,2 billones de euros a 1,85 billones.

Sin embargo, los datos invitan a pensar que el proceso podría ser algo más rápido. Si empresas y familias mantienen el ritmo de reducción de endeudamiento de los últimos dos años -en 2012 se recortó en más de 107.000 millones; el año pasado en cerca de 100.000- el objetivo se alcanzaría en 2016.

La pregunta es: ¿a qué precio?¿Necesita España una quita de deuda?

Los precedentes dicen que en el periodo en que este desapalancamiento ha sido más intenso (2011-2013) la economía lo ha notado, y mucho. El consumo de los hogares no ha dejado de caer, al igual que la siempre necesaria inversión empresarial.

¿Puede aguantar España otros tres años de desendeudamiento radical? Hay analistas como el presidente de la Fundación de Estudios Financieros (FEF), Juan Carlos Ureta, que opinan que la normalización de la economía española no será posible sin una quita sustancial de deuda privada.

No es el único que lo piensa. El presidente del influyente instituto de análisis alemán IFO, Hans Werner-Sinn, opinaban en una entrevista publicada en El País hace poco más de un mes que el problema de España con la deuda es mayor de lo que parece.

Venía a decir que la deuda pública no está en niveles incontrolables, pero que la deuda externa es tan cuantiosa en España y en otras economías periféricas que sería necesario hacer una conferencia europea de deuda para realizar una quita controlada de estos excesos.

De momento, lo que ha hecho el Gobierno es facilitar las quitas en el ámbito privado, en el marco de los procedimientos concursales.

Ha reducido el nivel de consenso necesario para acordar una quita de deuda, ha limpiado de coste fiscal las operaciones de entrega de activos o capital para enjugar deudas y ha facilitado el camino para acuerdos de refinanciación que impliquen una cierta condonación de pagos pendientes.

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