En España, 2,4 millones de líneas de móvil son utilizadas por máquinas

Una máquina de venta de sandwiches levanta el teléfono, habla con un reponedor y le informa sobre la falta de alimentos o la necesidad de cambio. A las pocas horas, vuelve a estar llena de productos y monedas. Y así lo hacen cerca de 2,4 millones de máquinas en España.

No es exactamente de esta forma pero la manera en la que muchas máquinas utilizan la telefonía móvil es parecida. Un negocio que representa el 4,3% del parque total de líneas en España, compuesto por 58,2 millones de números.

Bautizadas como líneas Machine To Machine (M2M), traducido al español como Máquina A Máquina, en referencia a que la comunicación se produce entre dispositivos, son una pieza fundamental para las empresas del sector del vending, pero también para muchas otras.

Es el caso de las compañías de gas. Las lecturas en domicilios se realizan con datáfonos que, automáticamente, envían a un ordenador centrar los datos del consumo de cada cliente.

Las empresas de seguridad también sacan partido a las líneas móviles en combinación con máquinas inteligentes. Gracias a esta simbiosis, la policía puede ser alertada en el mismo momento en el que se produce un intento de robo en una vivienda o comercio.

Aunque en la actualidad el porcentaje de líneas móviles que representan las líneas M2M no es quizá demasiado significativo, con un el 4,3% del total de los números de nuestro país, las expectativas a futuro son muy positivas, según los expertos.

Así, según un estudio de Infonetics, en 2014 habrá 428 millones de estas líneas en el mundo, frente a los 87 millones de líneas que había hace tan sólo dos años 2009.

De hecho, el crecimiento desde septiembre de 2010 respecto al mismo mes del presente año ha sido del 16%. Un dato que quizá no diga nada por sí mismo, pero la cosa cambia si se tiene en cuenta que las líneas de telefonía móvil tradicional han crecido un 3,9% en modalidad postpago y sólo un 2,1% en prepago, según datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

Esto se debe en gran medida a la expansión de los hogares inteligentes. La domótica cada vez está más presente en nuestras vidas y ésta no tiene razón de ser sin una línea móvil que pueda alertar a quien corresponda, de que se está produciendo, por ejemplo, un incendio o la rotura de una tubería.

Un ejemplo claro de cómo será el futuro se encuentra en los llamados frigoríficos inteligentes, capaces, mediante sensores, de detectar la falta de alimentos y realizar una compra a través de internet con aquellos productos que necesite el usuario y de forma totalmente autónoma.

Los automóviles también utilizarán de forma masiva las conexiones telefónicas para informar al taller de una posible avería, al propio conductor de la necesidad de pasar una revisión o, en el peor de los casos, al hospital más cercano sobre un accidente.

En este último supuesto, la comunicación entre máquinas está llamada a ser un avance muy importante para reducir tanto el número de incidentes como el de fallecimientos en carretera. Hace años, si un vehículo sufría un accidente de noche y los ocupantes del mismo no podían salir del vehículo, dependían de un tercero que fuera capaz de encontrarlos.

Hoy en día pueden comunicarse con el exterior con un teléfono móvil, sin depender de otros conductores, pero, ¿y si todos los ocupantes pierden el sentido?. En ese caso, será el propio vehículo el que se encargue de avisar al hospital.