En San Juan, la sardina moja el pan y seca la cartera en Galicia

  • Miles de hogueras iluminan la noche de San Juan en Galicia y el aire se impregna del delicioso olor que llega desde las parrillas. Se cultiva el culto al cuerpo, pero bien entendido. Que no falte de nada.

José Luis Ramudo

Lugo, 21 jun.- Miles de hogueras iluminan la noche de San Juan en Galicia y el aire se impregna del delicioso olor que llega desde las parrillas. Se cultiva el culto al cuerpo, pero bien entendido. Que no falte de nada.

Sucede, sin embargo, que algo tan propio, tan de todos, se está convirtiendo en un producto que no está al alcance, al menos en este momento, de todos los bolsillos.

A la elevada demanda que se registra en estas fechas, se suma la escasez de capturas que vienen padeciendo los pescadores gallegos. El precio se dispara y una sola sardina puede costar casi un euro.

Las sardinas forman parte de la propia fiesta. El aroma que desprenden al calor de las brasas se cuela en la propia tradición. Es la época del año en la que este pescado alcanza su mejor momento. Suelta esa grasilla que moja el pan y le da un sabor genuino. Un gusto particular, a noche de San Juan.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Burela, Basilio Losada, reconoce que, por una causa o por otra, en la costa de Lugo "no hay sardinas", las capturas han caído de forma dramática y son insuficientes para satisfacer la demanda que genera la celebración del 24 de junio.

En los últimos días, explicaba hoy a EFE, la caja de sardinas, que lleva aproximadamente unos quince kilos de pescado, se vendió por encima de los cien euros en esa lonja de la costa de Lugo, de forma que el precio "se multiplica por cinco o por seis". En otro momento del año saldría por unos "veinte euros" o incluso menos.

En el puerto vecino de Celeiro (Viveiro), su patrón mayor, Domingo Rey, explicaba que hoy sólo entraron en la lonja unas cuarenta cajas de sardinas, una captura muy pobre habida cuenta de la demanda que hay, por lo que el kilo se paga entre "ocho y diez euros" y, efectivamente, cada pescado puede salir a cerca de "un euro".

Dice Domingo Rey que lo "normal" es que entren en la lonja "entre doscientas y trescientas cajas" de sardinas cada día. "Ni los entendidos", añade, se explican el motivo por el que ha caído tanto la pesca de esta especie en A Mariña lucense.

Basilio sí se atreve a esbozar alguna teoría y, a modo de hipótesis, deja caer que esa escasez puede estar relacionada "con la abundancia de merluza y de caballa" y con la posibilidad de que ambas especies estén esquilmado los bancos de sardina.

Domingo, por su parte, no pierde la esperanza de que la cosa se enderece y recuerda que los marineros vuelven esta noche al mar con el deseo de conseguir buenas capturas, una pesca que compense la dureza de su trabajo.

Bien pensado, quizás no sea muy justo decir que el pescado es caro, pero en San Juan, la sardina moja el pan y seca la cartera.

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