Enmiendas PGE 2014: el PSOE plantea elevar el gasto público en 7.445 millones

    • Los socialistas sufragarían ese incremento del gasto público con subidas de impuestos a las grandes fortunas y a las principales empresas del país.
    • El margen que se generara se emplearía en planes especiales de empleo en las autonomías más azotadas por el paro o en un nuevo fondo para familias en situación de pobreza.
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, conversa con el secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina (d).
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, conversa con el secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina (d).

El Partido Socialista cree que los Presupuestos de 2014 se han quedado cortos para atender las necesidades reales de gasto que necesita el país.

Sus enmiendas plantean estirar el techo de gasto que limita las cuentas públicas en 7.445 millones de euros que se aplicarían a iniciativas de carácter social y que se sufragarían con un nuevo paquete de medidas fiscales cuyo impacto recaería en los principales patrimonios del país y en las grandes corporaciones.'España necesita más gasto público'

El objetivo de las enmiendas socialistas al Presupuesto es incrementar el gasto social. Por varias vías. Por ejemplo, elevando del 0,25% al 1,5% la subida de las pensiones prevista por el Gobierno para 2014 o poniendo fin a la congelación de cuatro años en los salarios de los funcionarios, que inició el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, con una subida lineal del 1,5% en los sueldos de los empleados públicos.

Esos cerca de 7.500 millones más de gasto público que dispondría el principal grupo de la oposición también alcanzarían para elevar el Salario Mínimo Interprofesional, destinar un 1% de los ingresos por IRPF a actuaciones con fines sociales o habilitar más de 300 nuevas plazas de jueces y fiscales, frente a las 50 previstas en la Oferta Pública de Empleo del Presupuesto de 2014.

En materia de empleo, el PSOE plantea la puesta en marcha de planes especiales de empleo en aquellas comunidades con tasas de paro más elevadas: Andalucía, Canarias y Extremadura.

Dentro de este marco también impulsa un cambio legal para penalizar a través de las cotizaciones sociales los contratos temporales bajo el argumento de que el acceso al desempleo es más habitual a través de este tipo de contratos y, por tanto, generan más gasto al erario público.

Los socialistas pretenden recuperar algunas de las medidas aprobadas durante su mandato y que el Ejecutivo popular ha acabado suprimiendo. Prevén recuperar la dotación para el desarrollo de la Ley de Atención a la Dependencia, suspendida sin fecha por el Gobierno, la Renta Básica de Emancipación y mejorar el Fondo de Cohesión Sanitaria.

¿Quedaría todavía margen presupuestario? Pues según los cálculos del Grupo Socialista, sí. Por ejemplo, para crear un Fondo de Emergencia para la atención de familias en situación de pobreza y riesgo de exclusión que estaría dotado con 1.000 millones de euros.

También para poner en marcha otro nuevo fondo que financiara el rescate de las autovías de peaje de Cataluña. El argumento de los socialistas es que el territorio, que supone el 18% de la economía nacional apenas tiene un 5% de las vías sin peaje de todo el país y que por una cuestión de equidad este porcentaje debería ir aumentando.

Los socialistas entienden que aún quedaría dinero para un fondo que ofrezca crédito fácil a pymes y emprendedores, para reducir el coste de las matrículas universitarias y para poner en marcha planes estatales para favorecer el empleo entre los jóvenes y los trabajadores de mayor edad.Impuestos a los ricos

¿Cómo se financiaría todo esto? Con más impuestos a los ricos.

Consciente de que el flanco más débil de su propuesta de Presupuesto es ese fuerte incremento del gasto público en un contexto de reducción del déficit que tiene a la troika y a los mercados vigilándonos estrechamente, los socialistas plantean una serie de medidas impositivas que servirían para sufragar estas iniciativas.

Algunas son ya conocidas, como ese nunca aprobado Impuesto sobre las Grandes Fortunas, que constituyó la principal palanca electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba en las elecciones de 2011 y que no ha parado desde entonces de aparecer en el discurso fiscal socialista. Éste aportaría 2.500 millones de euros extra para afrontar los programas de gasto antes descritos.

Otras son más novedosas. En este campo destaca una reforma legal en el Impuesto de Sociedades que obligaría a las grandes empresas españolas a pagar al menos un tipo mínimo del 15% en este impuesto.

Conocido es que son estas grandes corporaciones las que más aprovechan las escapatorias fiscales que ofrece el Impuesto de Sociedades, lo que les permite reducir el tipo real de impuesto que pagan desde el 30% que marca la ley a niveles que en muchos casos están por debajo del 10%, cuando no son directamente del 0%, según admitió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro en su día.

Este cambio legal aportaría otros 3.100 millones de euros.

El Presupuesto de los socialistas se apuntalaría con la siempre muy socorrida lucha contra el fraude fiscal, que, pese a obtener unos resultados sin parangón en el resto del mundo (en comparación con los medios disponibles), podría generar un 25% más de recursos, según el PSOE.

Por el camino, los socialistas acabarían con alguna que otra deducción fiscal en el Impuesto de Sociedades o con la controvertida deducción en el IRPF por aportaciones a planes de pensiones privados, que según los estudios realizados al efecto sólo beneficia a las rentas más altas.

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