¿Es el momento de subir los salarios? Expertos y empresarios coinciden en que sí

    • El profesor Rafael Pampillón aboga por pasar de una cultura de salario fijo a otra que contemple una parte variable, que premie la productividad y el esfuerzo individual de cada trabajador.
    • Andreu Cruañas, presidente de Asempleo, admite que ya hay sectores en los que se pueden subir los salarios, que tienen alta productividad. "Dónde se pueda, hay que subirlos", añade.
La UPO, segunda en el ranking de productividad en investigación de las universidades públicas españolas
La UPO, segunda en el ranking de productividad en investigación de las universidades públicas españolas

Los salarios, además del empleo, han sido los grandes penalizados del mercado laboral durante la crisis, que empezó a finales de 2007 y que ahora parece remontarse. La retribución es clave para atraer talento y conservarlo y es el mayor incentivo a la productividad empresarial.

El paro, el mayor problema de los españoles, comienza a reducirse, pese a que siguen persistiendo sombras en el mercado laboral -hay 104.000 ocupados menos que al comienzo de la legislatura-. El objetivo ahora es combatir la precariedad laboral en sus múltiples formas, entre ellas los sueldos bajos.

Empresarios, sindicatos, políticos y expertos son conscientes de ello. Ayer mismo, el presidente de Banco Popular, Ángel Ron, instaba a las empresas a aumentar los salarios en línea con la productividad. El objetivo es conseguir mayor capacidad de compra y, consecuentemente, acelerar el crecimiento económico. Antes se habían manifestado en la misma dirección la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o la Comisión Europea.

La clave es vincular los sueldos a la productividad y dejar de lado referenciarlos a la inflación -el año pasado era negativa-, que es un indicador volátil y que, con subidas bruscas, puede condicionar la viabilidad de empresas que han pactado sueldos referenciados al Índice de Precios de Consumo (IPC).

Rafael Pampillón, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, asegura contundente que los salarios deben subir vinculados a la productividad. Señala que el problema era cuando los salarios crecían por encima de la productividad, por ejemplo en el momento de la burbuja inmobiliaria. "Eso aumentaba nuestros costes y nos hizo perder mucha competitividad", asegura.

"Hay que remunerar según la productividad y pasar de una cultura del salario fijo a otra que contemple una parte variable. Esta parte variable debe vincularse a la productividad y debe haber fórmulas claras y controlables".

Aclara que no se trata de aumentar los salarios con la productividad de la empresa, sino que se pueda medir el comportamiento laboral del trabajador. "Hay una parte variable que no se debe vincular a otros factores como pueden ser los beneficios de las empresas, que pueden aumentar o disminuir por factores diferentes a los esfuerzos de los trabajadores o de un trabajador concreto", advierte.

"Tener un sueldo fijo es bueno, porque da tranquilidad, pero para la economía no es tan bueno. Cuando un trabajador es consciente de que con independencia de lo que se esfuerce va a tener garantizada una subida, bajada o una congelación se reduce el esfuerzo personal", señala.

"Aunque el salario variable introduzca mayor inseguridad garantiza mayor esfuerzo y más productividad", concluye.

Por su parte, Javier Morillas, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, asegura que las cuestiones de salarios dependen de los acuerdos de los trabajadores y las empresas. "Y tanto unos deben tener la suficiente responsabilidad como para buscar el mejor equilibrio entre el salario mayor posible y la mayor competitividad de la empresa. Ahí tenenos a gobiernos (Venezuela, Cuba, Corea del Norte,...) fijando salarios y no salen del atraso económico", asegura.

Respecto a cómo se debería hacer, señala que debería ser de forma individual, empresa a empresa. "Si la empresa está exportando, invirtiendo, ganando mercado en el interior y competitividad será porque la situación ha mejorado y entonces es el momento de hacerlo".

Admite que en algunas empresas puede haber llegado el momento y en otras si se fuerzan subidas salariales pueden volver a llevar a la empresa a la quiebra y a incrementar de nuevo el desempleo.

Por su parte, Andreu Cruañas, presidente de Asempleo, la asociación que agrupa a las empresas de trabajo temporal, asegura que durante la crisis los salarios han hecho un gran esfuerzo de moderación. Señala los salarios son claves para atraer talento a las empresas, para reactivar el consumo y para introducir productividad en el mercado de trabajo.

Para acabar con la inestabilidad laboral, Cruañas asegura que hay dos elementos: la empleabilidad -a través de la formación y la orientación profesional- y los salarios.

"Hay sectores en los que ya se pueden subir los salarios, en los que hay elevados índices de productividad. Dónde se pueda, hay que subirlos", añade.

"Es la asignatura del año que viene. Hay que seguir creciendo en términos cuantitativos, pero también cualitativos, de lo contrario habría disfunciones", asegura.La postura de políticos y empresariosEl presidente del Banco Popular aseguró ayer que para respaldar el crecimiento, es necesario mantener el aumento de los salarios en línea con la productividad.En el mismo foro -la XIV Jornada Gresol que se celebró ayer en Tarragona- el conseller de Empresa y Empleo de la Generalitat, Felip Puig, apostó por una revisión al alza de los salarios "empresa por empresa y sector por sector".

Hoy, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se manifestó sobre la sugerencia de Ron de subir los salarios ligándolos a la productividad.

Guindos admitió que un asunto que está ahí e insistió que "no se puede ser complaciente". El ministro recordó el Gobierno no siguió la recomendación formulada hace tres años por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que sugería rebajas salariales del 10% y recalcó que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016 contemplan un incremento de la retribución de los empleados públicos del 1%. "El sector público está mandando una señal", aseguró.

Además, apuntó que "los salarios están muy ligados a la competitividad y España es hoy competitiva".

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