El 52% de los españoles reconoce que su entorno engaña a Hacienda

    • Nueve de cada diez contribuyentes opina que recibe menos o incluso mucho menos de lo que aporta, según una encuesta de la OCU.
    • El estudio destaca que las reclamaciones contra la Agencia Tributaria han aumentado un 48%.
Montoro replica que sus éxitos en la lucha contra el fraude serán "imposibles" de superar
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Diego Caldentey

En el informe se asegura que los españoles no se oponen por principio a pagar impuestos, ya que el 67% cree que son necesarios si para la obtención de servicios públicos adecuados. Incluso, el 85% de los consultados preferiría pagar una mayor cuantía si eso supusiera mejorarlos.

No obstante, el descontento de los españoles es manifiesto a la hora de evaluar la labor de la Agencia Tributaria: nueve de cada diez contribuyentes opina que reciben menos o incluso mucho menos de lo que aportan. También, según el informe de la OCU, un 27% afirma que paga sin saber realmente para qué sirve hacerlo. En opinión de la organización, esto "supone un fracaso del Estado, incapaz por lo que se observa de explicar convincentemente a casi uno de cada tres ciudadanos el destino de su aportación.

El fraude es el gran tema preocupante que deja evidenciada la encuesta. Casi la totalidad de los consultados (96%) cree que existe. Además, en un 74 % de los casos

éstos opinan que se trata de un alto nivel de fraude. Para la mayoría (siete de cada diez respuestas) Hacienda debería reforzar los controles e inspecciones con el objetivo de combatirlos, ya que ese porcentaje de contribuyentes considera que no hace todo lo que está en su mano para hacerlo.

Eso sí, el comportamiento "inadecuado" a la hora de declarar a Hacienda siempre apunta a los demás, y nunca en primera persona, de acuerdo a los datos de la investigación: el 92% asegura que lo declara todo, pero desconfían hasta de su entorno: solo el 48% piensa que sus conocidos también hace lo mismo que ellos. Y se trata de una desconfianza que va aún más allá, porque un 66% de encuestados opina que si no son más los que se arriesgan a defraudar es por temor a que la Agencia Tributaria lo descubra y "actúe en consecuencia".

Por otra parte, el informe asegura que las reclamaciones contra la Agencia Tributaria aumentaron un 48% en 2014. Entre las respuestas más coincidentes, las quejas tienen que ver sobre el escaso control del fraude (del que se beneficiarían, sobre todo, grandes empresas y sociedades), la carga fiscal desproporcionada que soportan asalariados y pequeños empresarios frente a las grandes corporaciones o bien la sospecha de que la recaudación de los impuestos no se destina a cosas prioritarias o, por lo menos, que no se gestiona con la adecuada transparencia.

Una vez conocidos los resultados, la OCU reclama a la Agencia Tributaria diversas líneas para mejorar la interacción con los contribuyentes: entre otros, destaca que se requieren programas de ayuda más sencillos. "Pese a los progresos que se van haciendo, programas como el PADRE siguen siendo difíciles de comprender para legos en la materia, como lo son también los que utilizan los autónomos para ingresar pagos fraccionados o liquidar el IVA", sostiene.Leyes más estables

La organización también solicita leyes más estables: "Los cambios de normativa llevan a que decisiones que se tomaron en previsión de sus consecuencias fiscales se vuelvan

papel mojado y dificulten planificar con antelación. Las modificaciones y reformas continuadas suponen inseguridad jurídica", afirma la OCU en las conclusiones del estudio.

Por otra parte, también afirma que debe optimizarse el pago de intereses de demora. "Las retenciones de más que se practican en la nómina de enero de un trabajador

pueden llegar a tardar 23 meses en serle devueltas. Sería de justicia que percibiera intereses por ese anticipo indebido", sostiene.

Finalmente, asegura que es necesario rever la actualización anual con la inflación. "Los importes de los mínimos personales y familiares, las reducciones, tarifas, etc., del IRPF no se actualizan en cada ejercicio, de modo que con el encarecimiento de la vida

supone a la hora de la verdad un incremento de la carga impositiva con el transcurso de los años", apunta.

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