"España está abocada a poner peajes en todas las autovías del país"

    • José Luis Feito, presidente de la patronal de concesionarias y autopistas, asegura que el Estado no puede soportar el coste de mantener las carreteras de alta capacidad.
    • Calcula que, gracias a este pago, se podrían ingresar entre 3.000 y 10.000 millones de euros al año. Y, por tanto, que sería una alternativa a posibles nuevas subidas de impuestos.
Las autopistas de peaje reducen un 10% su tráfico, que retorna a niveles de 1997
Las autopistas de peaje reducen un 10% su tráfico, que retorna a niveles de 1997
Ana P. Alarcos

"Las carreteras españolas sufren una anomalía con respecto a sus vecinas europeas y estas diferencias tendrán que corregirse antes o después. Poner peajes en las carreteras es algo inevitable". Así de contundente se proncuncia José Luis Feito, presidente de la patronal de concesionarias y autopistas (ASETA).

El experto defiende que el Gobierno instale dispositivos de pago por toda la red de carreteras de alta capacidad (es decir, en autopistas y autovías) como alternativa a nuevas subidas de impuestos o recortes extra en el gasto público.

En su opinión, el Estado central no está en condiciones de soportar, año tras año, el coste presupuestario de mantener y gestionar las vías españolas, al que ha catalogado como "inmenso". Además, se ha apoyado en otro argumento para avalar su propuesta: los modelos de otros países europeos.

"Hay que tener en cuenta dos cosas. La primera, que España es el país del mundo que tiene un mayor porcentaje de carreteras de alta capacidad (más de 16.000 kilómetros) sobre el total de carreteras del país (representan cerca del 10%). Y, en segundo lugar, que somos el segundo país europeo con más número de kilómetros de carreteras de este tipo, por detrás de Alemania. Y eso que hay otros países con más territorio y población, como Francia", recuerda Feito.

Unas cifras récord que tienen un coste adicional para España. Sobre todo, si se recuerda que más del 70% de las redes de alta capacidad de países como Francia, Italia o Portugal están sujetas a los peajes. ¿Y qué porcentaje representa en España? Cerca de un 25%. Esto significa que solo se paga en una de cada cuatro carreteras de alta capacidad del país, mientras que, en nuestros vecinos europeos, al menos tres de cada cuatro son de pago.

"Este escenario provoca unas consecuencias presupuestarias insoportables para un país. La carga de mantenimiento de este tipo de carreteras es muy elevada en las cuentas porque se necesita destinar mucho dinero cada año para gestionarlas. Y ésta es la situación que hay en España", puntualiza el experto.

¿Y qué podría suponer para el Estado llevar a cabo esta maniobra y generalizar los peajes? Según cálculos de Feito, "los ingresos anuales podrían estar entre el 0,3% y el 1% del Producto Interior Bruto español". Es decir, supondrían entre 3.000 y 10.000 millones de euros cada ejercicio.

"De esta forma, el Estado no solo se ahorraría un coste, sino que tendría un ingreso extra", añade el también presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), quien asegura que, con ese dinero "se podrían evitar nuevas subidas de impuestos o recortes extra del gasto público. Con ella en marcha, por ejemplo, se podría haber evitado la subida del IRPF o, al menos, haberla minimizado de alguna manera".

Sin embargo, Feito también defiende que se apliquen unos peajes reducidos. "El pago por el uso de las infraestructuras no hace falta que sea elevado. Valdría con recaudar el dinero suficiente como para mantener la red".

Aunque no ha puesto ejemplos concretos de cuánto podrían suponer los peajes que propone la patronal concesionaria, sí ha explicado que se podrían contemplar diferentes posibilidades.

"Imaginemos que se decide aplicar un peaje cada 50 kilómetros. Esto supondría que, cuando el desplazamiento se produzca en una distancia inferior a la estipulada, no se pagaría nada. Con esto me refiero a que, para ir al trabajo, el conductor no tendría que pagar. Sin embargo, sí tendría que hacerlo cuando se va de vacaciones", señala el experto.

Ésta no es la primera vez que la patronal concesionaria apuesta porque los ciudadanos paguen por el uso de las infraestructuras. De hecho, esta petición ha sido una constante en su discurso.

Además, la caída del tráfico en las autopistas desde que empezó la crisis ha hecho que, para la patronal, sea imperante que el Estado acepte aplicar el peaje en las carreteras de alta capacidad. Sobre todo, si se recuerda que, en 2012, el uso de estas vías cayó a su nivel más bajo en quince años.

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