Evo Morales rompe el hielo con Santa Cruz, pero no restaña heridas con Beni

  • El presidente de Bolivia, Evo Morales, conquistó electoralmente a la próspera y antaño opositora región de Santa Cruz (este), pero ha vuelto a fracasar en su intento de cerrar las heridas en el departamento amazónico de Beni, abiertas por lo que sus ciudadanos consideran "atropellos" del Gobierno.

Javier Aliaga

La Paz, 15 oct.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, conquistó electoralmente a la próspera y antaño opositora región de Santa Cruz (este), pero ha vuelto a fracasar en su intento de cerrar las heridas en el departamento amazónico de Beni, abiertas por lo que sus ciudadanos consideran "atropellos" del Gobierno.

Morales ha ganado las elecciones del domingo 12 de octubre con casi un 60 % de los votos, con triunfos en ocho de las nueve regiones, incluida por primera vez Santa Cruz, donde según el escrutinio oficial suma un respaldo del 48,55 %.

Su adversario más inmediato, el empresario Samuel Doria Medina, logró en Santa Cruz un 40,19 %, pese a concurrir en una alianza con el gobernador cruceño, Rubén Costas, en el cargo desde 2006.

Se trata de un éxito electoral labrado en el último tiempo con varias acciones favorables y nuevas promesas hechas por Morales a Santa Cruz, a sus empresarios y a su clase media y que coronó con una briosa campaña enfocada en esa región.

El triunfo se veía venir porque Morales eligió como candidatos al Congreso a caras nuevas de sectores sociales cruceños distintivos, entre los que hay exreinas de belleza, sindicalistas y empresarios.

Pero sobre todo, el mandatario cambió su anterior discurso de confrontación con el modelo económico cruceño basado en la agroindustria, según analistas consultados por Efe.

Morales ha pasado de atacar a la patronal cruceña, una de las locomotoras de la economía boliviana, a aliarse con ellos para fijarse nuevas metas de desarrollo.

Así, ofreció obras con fondos estatales para estimular el temperamento empresarial de los cruceños, como el desarrollo de la mina de hierro Mutún para fundir acero, la planta hidroeléctrica Rositas para producir 600 megavatios y la construcción de un puerto en la Hidrovía Paraguay-Paraná para salir al Atlántico.

"Los empresarios cruceños no van a estar en contra de un Gobierno con el que les ha ido muy bien. Hay una especie de romance, de luna de miel, porque el MAS está en el poder y la oposición no", comentó a Efe el analista político cruceño Paul Coca.

El economista Gary Rodríguez, asesor del empresariado cruceño, señaló que el oficialismo ha cambiado de actitud para sintonizar con la identidad de la región, dejando atrás un pasado en el que en Santa Cruz se temía que las políticas del Gobierno frenaran su desarrollo.

En concreto, el acercamiento se ha traducido en una agenda de trabajo por el desarrollo cruceño hasta 2025 entre privados y el Estado, para que esa región triplique la producción de alimentos, pasando de 15 a 45 millones de toneladas anuales, explicó Rodríguez.

Morales también dio una señal de respeto por la propiedad privada con una ley para frenar el avasallamiento de tierras productivas, que realizan grupos de campesinos seguidores del mandatario.

Si las tensiones parecen haber desaparecido en Santa Cruz, en la extensa pero subdesarrollada región amazónica de Beni, el oficialismo tuvo pocos avances electorales debido a una acumulación de frustraciones arraigada en la población contra el Gobierno.

En Beni, Morales tiene hoy un 42 % frente a un 50,8 % de la fuerza de Doria Medina, que suma ese respaldo porque su candidato a la vicepresidencia, Ernesto Suárez, es un líder de peso en ese departamento.

Suárez fue gobernador de Beni, cargo del que fue destituido a fines del 2011 en medio de una ofensiva del Gobierno contra las autoridades opositoras electas.

Esta es una de las heridas que siguen abiertas en la región amazónica, ya que a Suárez lo bajaron del puesto con el pretexto de una supuesta denuncia de corrupción y usando una ley para juzgar a autoridades que posteriormente fue declarada inconstitucional.

"Como pueblo elegimos a un gobernador y fuimos tumbados de forma inconstitucional", dijo a Efe el actual gobernador beniano, el opositor Carmelo Lens, elegido en 2013 para completar hasta 2015 el período de Suárez que quedó a medias.

Lens venció a la exmiss Bolivia Jessica Jordán, postulada por Morales, pese a que ella aparecía como favorita en las encuestas.

Otro ladrillo en la pared que separa a Morales de la mayoría de los benianos es su decisión de no declarar a Beni "zona de desastre" tras las graves inundaciones que sufrió el departamento a principios de este año.

Esa decisión impidió que la ayuda externa fuera enviada directamente al lugar.

Según Lens, tampoco olvidan los benianos la brutal represión policial contra indígenas de la zona en 2011 cuando marchaban a La Paz para defender una reserva ecológica.

"Lo que no acepta el Beni son estos actos de abuso y atropello y lo manifiesta en el voto", dijo el gobernador.

Mientras, el dirigente cívico beniano David Coca resumió el fracaso oficialista en la zona con la siguiente frase: "hay tres cosas que en la vida no se pueden comprar: el amor, la felicidad y Beni".

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