Ex soldados israelíes exhiben "la realidad" de la intervención militar en los territorios ocupados

  • Madrid.- Soldados sonrientes apuntando con sus armas al cuerpo sin vida de un palestino semidesnudo, niños jugando a cachear sospechosos o arrestados con los ojos vendados en espera de ser interrogados son algunas de las escenas captadas por ex soldados israelíes que hicieron la "mili" en los territorios ocupados palestinos, que se exponen desde hoy en Madrid.

Ex soldados israelíes exhiben "la realidad" de la intervención militar en los territorios ocupados
Ex soldados israelíes exhiben "la realidad" de la intervención militar en los territorios ocupados

Madrid.- Soldados sonrientes apuntando con sus armas al cuerpo sin vida de un palestino semidesnudo, niños jugando a cachear sospechosos o arrestados con los ojos vendados en espera de ser interrogados son algunas de las escenas captadas por ex soldados israelíes que hicieron la "mili" en los territorios ocupados palestinos, que se exponen desde hoy en Madrid.

Más de un centenar de fotografías, un libro con otros tantos testimonios y un vídeo forman parte de la exposición "Rompiendo el silencio", en la que soldados israelíes veteranos dan a conocer "la realidad" que hay detrás de las "prácticas" del ejército israelí en los territorios ocupados palestinos como Gaza, Hebrón o Belén.

Simcha Levental e Itamar Shaphira, dos de los ex militares que hicieron el servicio militar obligatorio en el Ejército israelí y fueron destinados a los territorios conflictivos, han coincidido en afirmar que la sociedad debe conocer y no ignorar la realidad.

Ambos ex militares han revelado que no han recibido amenazas de las autoridades israelíes por poner "los trapos sucios fuera de Israel".

"Mientras nos defendemos del peligro, creamos otro desastre", según los portavoces de la organización Breaking The Silence, creada en 2004 para difundir por el mundo, con testimonios, las acciones de las unidades de combate israelíes en los últimos años y especialmente durante la "ofensiva plomo fundido" entre 2005 y 2007, un periodo en el que había decrecido la segunda Intifada.

La exposición exhibe la "puerta trasera" y los "trapos sucios" de la actuación militar israelí y entre los más de cien fotogramas expuestos, que adolecen de calidad fotográfica pero con valor testimonial, hay escenas de detenciones, redadas y controles en las calles de Hebrón o Gaza.

También se exhibe un panel con medio centenar de llaves de vehículos confiscados por circular por carreteras prohibidas o negarse a obedecer órdenes en los puntos de control.

Levental, de 28 años, estuvo destinado en las zonas ocupadas cuando comenzó la segunda Intifada y "creía que iría a proteger a mi país".

Sin embargo, tras abandonar las filas del ejército y reflexionar se dio cuenta de que "la sociedad debe ver la realidad", según ha confesado.

Por su parte, Saphira, de 30 años, se ha mostrado más contundente al afirmar a los periodistas que con sus acciones el Ejército israelí está creando una generación de terroristas entre los niños palestinos.

La exposición, ha añadido, aporta una visión de la ocupación militar que debe servir para entender de donde sale la violencia y el terrorismo.

Tras pedir una investigación internacional, independiente y pública sobre el reciente ataque a la flotilla humanitaria, han exigido investigar "lo cotidiano. Lo que pasa cada día. Qué resultados hay cuando el Ejército israelí invade a la población civil", la "verdadera víctima" de la presencia militar y del bloqueo a Gaza.

Durante la presentación de la exposición, que permanecerá abierta en el Círculo de Bellas Artes hasta al 20 de junio, el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, ha aprovechado para denunciar la violación de los derechos humanos en Israel y en los territorios ocupados.

Tras denunciar el excesivo uso de la fuerza y los malos tratos contra la población palestina, ha exigido el fin del bloqueo a Gaza, que mantiene encarcelados 1,5 millones de personas y una situación de crisis humanitaria.

Asimismo ha reclamado una investigación internacional sobre el ataque a la flotilla humanitaria y ha exigido la paralización de la venta de armas a Israel.

En este sentido ha afirmado que el pasado año España vendió a Israel armas por valor de 800 millones de euros, de los que la cuarta parte incluía bombas, torpedos y misiles.

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