Fallece Jorge de Mello, fundador de un "gigante" de la agroalimentación lusa

Lisboa, 11 nov.- Líderes políticos y patronales reconocieron hoy el trabajo del empresario luso Jorge de Mello, fundador de uno de los mayores grupos agroalimentarios de Portugal, que falleció a los 92 años después de una larga enfermedad.

Según informó hoy un portavoz de la familia, Mello murió el pasado sábado en el Hospital Infante Santo, en Lisboa, centro en el que se encontraba ingresado debido precisamente a los problemas de salud que arrastraba desde hace años.

El grupo Jorge de Mello es el propietario de la compañía "Nutrinveste", que produce y vende productos alimentarios como zumos, aguas, café y aceites.

La firma controla, entre otras, a la productora de aceite Sovena, un "gigante" mundial que está presente en más de setenta países, cuenta con una facturación cercana a los 800 millones de euros, tiene fábricas en Portugal, España, EEUU, Túnez y Marruecos, y comercializa más de 170.000 toneladas al año, según sus propios datos.

Jorge de Mello nació en el seno de una de las familias más poderosas del país y lideró entre 1966 y 1975 el que entonces era el mayor grupo empresarial luso, la Compañía Unión Fabril (CUF).

Medios lusos destacaron hoy el poder de la compañía en aquellos años, cuando se decía que valía el 5 % de la riqueza total del país, empleaba a más de 110.000 personas y poseía en torno a 180 empresas -entre ellas algunas tan representativas como el Banco Totta o Tabacalera-.

Con la llegada del 25 de abril de 1974, que marcó el fin de la dictadura de António Salazar y el comienzo de la democracia, Jorge de Mello llegó incluso a pasar momentáneamente por la cárcel, tal y como le ocurrió a otros grandes empresarios lusos.

Tanto él como otros miembros de su familia decidieron emigrar, aunque regresaron ya en la década de los 80.

Mientras que él se centró en el área industrial, y especialmente en el sector agroalimentario, su hermano José de Mello invirtió en otros campos, como el de la sanidad, la banca o las autopistas.

La noticia de su fallecimiento generó un torrente de reacciones de pesar, entre ellas la del propio jefe de Estado, Aníbal Cavaco Silva, quien ensalzó su figura como "un actor clave en el desarrollo industrial portugués del siglo XX".