Fallece Rafael Aburto, impulsor de la arquitectura moderna tras Guerra Civil

  • El arquitecto vasco Rafael Aburto Renovales, uno de los precursores de la arquitectura moderna posterior a la Guerra Civil, ha fallecido en Madrid a los 100 años, han informado a Efe fuentes cercanas a la familia.

Madrid, 10 mar.- El arquitecto vasco Rafael Aburto Renovales, uno de los precursores de la arquitectura moderna posterior a la Guerra Civil, ha fallecido en Madrid a los 100 años, han informado a Efe fuentes cercanas a la familia.

Aburto Renovales (Neguri, 1913) centró gran parte de su larga carrera en la construcción de viviendas sociales, como las de Neguri (1966), aunque el proyecto de la Casa Sindical de Madrid (1950), en colaboración con su amigo Asís Cabrero, es la obra más destacada de su trayectoria.

La Casa Sindical, que actualmente alberga la sede del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, fue uno de los primeros ejemplos de la arquitectura moderna en Madrid tras la Guerra Civil, aunque conservaba los elementos tradicionales de las construcciones de la ciudad, ladrillo y piedra.

Otras de sus obras más destacadas fueron la sede del desaparecido diario Pueblo (1959) o las viviendas experimentales de Villaverde (Madrid).

El pasado mes de noviembre, Aburto asistió al homenaje que le dedicó el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España y el Colegio Oficial de Arquitectos de madrid.

"Con 100 años recién cumplidos, con lucidez y con la misma humildad y desapego hacia su propia persona que marcó su larga trayectoria profesional de cinco décadas, recibió a tiempo un merecido homenaje este maestro centenario de una generación prodigiosa de nuestra arquitectura moderna", ha recordado hoy el arquitecto Iñaki Bergera.

Titulado por la Escuela de Madrid en 1943, Aburto desarrolló además proyectos de interiores que demuestran "el contrapunto, la autonomía y la autenticidad de sus intereses arquitectónicos que le llevaron, al final de su etapa activa, a conquistar un lenguaje abstracto de alta densidad plástica y expresiva", ha agregado Bergera.

Se implicó, a través de la Revista Nacional de Arquitectura o de su participación en el Manifiesto de la Alhambra, en el debate disciplinar de la modernidad durante los años cincuenta.

Y al final de la década siguiente fue docente en la Escuela de Madrid. Se retiró en 1969, tras completar las viviendas de Neguri y se dedicó a la pintura, su verdadera pasión.

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