Madrid, 1 mar.- El consejero delegado de FCC, Juan Béjar, ha explicado hoy que el grupo ha relevado a la anterior cúpula de construcción para dar cumplimiento a los objetivos fijados en su nuevo plan estratégico y ha anunciado además un programa de desinversiones por valor de 2.200-2.300 millones de euros.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados de 2012, ejercicio en el que FCC entró, por primera vez en su historia, en pérdidas tras contabilizar unos números rojos de 1.028 millones de euros, el primer ejecutivo de la compañía ha anunciado además la creación de una Dirección General de Desinversiones y otra de Organización.
Todo ello forma parte del plan estratégico con horizonte 2015 que la compañía presentará el próximo día 20.
Los nuevos nombramientos, junto con la reestructuración de la compañía, tienen como finalidad reducir el pasivo del grupo entre 2.400-2.600 millones de euros, recuperar el resultado bruto de explotación o ebitda hasta alcanzar una cifra de 1.150-1.250 millones de euros y generar un flujo de caja de las actividades de 800-950 millones anuales.
Tras llevar a cabo un importante saneamiento del balance de la compañía, algo que Béjar ha calificado de "paso crítico y necesario", Fernando Moreno, procedente de Aqualia, pasará a presidir FCC Construcción, cargo que ostentaba hasta ahora José Mayor Oreja.
Por su parte, Miguel Jurado será el nuevo director general de Construcción; Carlos Barón, antes en Versia, ostentará la Dirección General de Desinversiones y Ana Villacañas la de Organización.
Junto al relevo de los anteriores responsables del área de construcción, que fue ratificado ayer por el Consejo de Administración, los otros pilares del nuevo plan estratégico de FCC pasan por acometer una "importante" reducción de la deuda y reestructurar los negocios "para que vuelvan a ser los grandes creadores de caja que han sido siempre".
Para ello, el grupo se centrará en sus negocios "core" (servicios medioambientales, infraestructuras y agua) y considerará el resto de sus negocios (energía, inmobiliario o concesiones) no estratégicos, por lo que el camino será reducir su presencia en ellos, ha explicado Béjar.
Este programa de desinversiones, unido a una reducción de la expansión internacional en construcción, reducirá la facturación desde los 11.152 millones de euros de 2012 a un entorno de entre los 9.200 y 9.700 millones.
El objetivo es, por tanto, apostar por el desarrollo del área de servicios manteniendo y reforzando la posición en España y en Reino Unido y reestructurar el área de construcción en todas sus áreas resolviendo, especialmente, el "exagerado y desmesurado" proceso de expansión que ha llevado a cabo su filial austríaca Alpine.
En la división de construcción, la compañía ya tiene provisionados fondos para hacer frente a su estrategia, que pasa por "acomodar" la estructura de personal en construcción durante los próximos años en España.
Desde septiembre de 2012, FCC ha aportado en Alpine cerca de 200 millones de euros y tiene previsto además una potencial contribución por un importe de 50 millones.
La constructora austríaca, que se encuentra inmersa en un proceso de refinanciación de su pasivo con un sindicato de bancos, contempla además una quita de su deuda con un sindicato bancario por 150 millones. Con todo ello, Béjar ha explicado que la constructora austríaca no necesitaría más aportaciones de capital.
Los nuevos ejes que marcarán el inicio de una etapa para la compañía, que recientemente cambió a su cúpula directiva, pasan por conseguir la máxima eficiencia en los negocios estratégicos, reducir su presencia en aquellos mercados no rentables y lograr que la facturación sea efectiva.
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