Mérida.- El ex presidente del Gobierno Felipe González ha tildado hoy de "ridículas" las interpretaciones de las declaraciones que ayer realizó sobre la acción del Gobierno, y ha afirmado que nadie le verá "ni romper la tregua ni establecer tregua".
Así lo ha manifestado en Mérida, donde hoy ha ofrecido la conferencia "Crisis y futuro" en las IV Jornadas sobre Bosques, Cambio Climático y Crisis en el Espacio Rural Europeo, que desde ayer se han celebrado en el Parlamento regional.
"Las interpretaciones son ridículas", ha aseverado hoy González, que ayer se rebeló contra la imposición de la edad de jubilación, aplaudió la supresión del denominado "cheque-bebé" y abogó por no confundir a los ciudadanos diciendo que la congelación de las pensiones está relacionado con el ajuste fiscal.
"He estado callado mucho tiempo" y "si las cosas van razonablemente bien, puedo tomar distancia, pero si las cosas son difíciles, no voy a renunciar a ayudar a resolver aquello a lo que he dedicado toda mi vida", ha aseverado.
Se ha mostrado preocupado por la evolución de los acontecimientos y por la "falta" de una explicación "clara" por parte del Gobierno sobre lo que está pasando y sobre los motivos por los que debe tomar determinadas medidas, pero no por lo que se está haciendo.
Tras subrayar que "nunca" ha tenido un "tregua" con el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, ha aseverado que el día que quiera decir algo contradictorio con lo que hace el Gobierno lo hará.
"Es el único patrimonio que tengo, me he ganado la libertad de decir lo que quiera", ha apuntado a este respecto, para acto seguido apuntar: "Estoy donde tengo que estar y lo que hago es intentar ayudar en la dirección que me parece adecuada".
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