Festival de liquidez: hay 35.000 millones más para las empresas españolas

    • Los inversores extranjeros están ávidos de papel español de la máxima calidad. Las empresas tienen garantizada la financiación en los mercados a precios muy razonables durante bastantes meses.
    • Las grandes empresas españolas afrontan el final del ejercicio con el zurrón lleno y la garantía de que, si hace falta más, hay al menos 35.000 millones en la recámara. Más abundancia, imposible.

El 29 de agosto, en pleno verano y con muchos inversores todavía de vacaciones, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) salió al mercado con el objetivo de colocar al menos 1.000 millones de euros en títulos a dos años. Estaba dispuesto a pagar 25 puntos básicos sobre el bono del Tesoro español, pero en cuestión de minutos se encontró en el mejor de los mundos: la demanda fue tal en cantidad y calidad que vendió 2.000 millones al diferencial -apenas 20 puntos- más estrecho de los últimos años.

Con esta operación, el organismo oficial despejaba todas las dudas y daba el pistoletazo de salida a una avalancha de emisiones en las que las empresas 'top' españolas más el ICO y el Fade (Fondo de Titulización del Déficit del Sistema Eléctrico) han colocado 11.500 millones de euros en apenas mes y medio, sin contar con los 4.000 que acaba de vender el Tesoro en la emisión sindicada del bono a 30 años.

Nunca desde que empezó la crisis se ha visto tal variedad de papel, de plazos, de empresas y hasta de divisas. Y lo que es más importante, de liquidez. El exceso de demanda medio de las emisiones se ha situado a las puertas de las cuatro veces. Por lo tanto, las empresas que han salido al mercado han dejado insatisfechas peticiones por valor de alrededor de 35.000 millones de euros, a las que hay que sumar los 6.600 que no han podido acceder a la mencionada colocación del Tesoro.

"Los inversores extranjeros están ávidos de papel español de la máxima calidad. Si se mantiene el ambiente de normalidad en la Eurozona y la economía española no da sustos, las empresas tienen garantizada la financiación en los mercados a precios muy razonables durante bastantes meses", aseguran en un banco extranjero muy activo en estas operaciones.

El brusco descenso de la prima de riesgo, las expectativas de recuperación de la economía y la lenta pero constante mejoría de la salud financiera de las empresas -las del Ibex han reducido su endeudamiento en torno a un 6% en lo que va de año- explican el inusitado interés de los grandes inversores institucionales extranjeros por la deuda de las compañías españolas.

Por ejemplo, Gas Natural registró una sobredemanda de 4,5 veces en su emisión de deuda senior por valor de 500 millones de euros lanzada esta misma semana. El 95% fue suscrita por inversores extranjeros, el mismo porcentaje que concentraron en septiembre en la primera emisión de deuda perpetua lanzada por Telefónica, de 1.750 millones de euros en dos tramos con peticiones que superaron en siete veces la oferta. Una operación esta última que demuestra como los emisores españoles pueden salir con toda comodidad al mercado a vender títulos novedosos, en los que no cuentan con historial alguno.

La variedad -se ha colocado deuda senior, subordinada, cédulas y convertibles- alcanza incluso a la divisa en la que se emite. La propia Telefónica ha colocado en el mercado 225 millones en bonos a siete años en francos suizos (183 millones de euros). El grupo que preside César Alierta ya había realizado una operación similar en noviembre del año pasado.

La fortaleza de la demanda es tal que hay compañías como Madrileña de Gas que con una operación de 500 millones de euros se ha estrenado en el mercado. Con la ventana de liquidez abierta de par, no será la última. El dinero que hace apenas un año llegaba con cuentagotas a España hoy sobra. Las grandes empresas españolas afrontan el final del ejercicio con el zurrón lleno y la garantía de que, si hace falta más, hay al menos 35.000 millones en la recámara. Más abundancia, imposible.

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