Flores de velatorio para boicotear el acuerdo para los astilleros lusos

  • La firma del contrato de concesión a una empresa privada de los astilleros públicos de Viana do Castelo, al norte de Portugal, se vio eclipsada hoy por la protesta del alcalde del municipio, el socialista José Maria Costa.

Lisboa, 10 ene.- La firma del contrato de concesión a una empresa privada de los astilleros públicos de Viana do Castelo, al norte de Portugal, se vio eclipsada hoy por la protesta del alcalde del municipio, el socialista José Maria Costa.

Costa acudió a la ceremonia oficial -en la que participó el ministro de Defensa, José Pedro Aguiar-Branco, entre otras autoridades- con una corona de flores que depositó en la mesa, a modo de velatorio, minutos antes de dar inicio el acto para expresar su rechazo a la decisión del Ejecutivo luso, de signo conservador.

El alcalde abandonó el lugar inmediatamente y explicó a los periodistas presentes en la sala que con su acción pretendía mostrar su oposición a la concesión de los astilleros al grupo luso Martifer.

"Vine a un velatorio, al velatorio de la construcción naval en Portugal", señaló José Maria Costa, quien se desplazó 400 kilómetros desde su ciudad de residencia hasta Oeiras (cerca de Lisboa), donde tuvo lugar el acto, sólo para expresar así su rechazo.

La corona de flores fue retirada minutos después de ser colocada por miembros del Ministerio de Defensa y la ceremonia se celebró sin más incidentes.

Los astilleros de Viana do Castelo son los más importantes del país y desde su apertura, en 1944, se convirtieron en un pilar de la economía de la región.

Actualmente es una de las compañías públicas más endeudadas del país, con un pasivo de 300 millones de euros, y la producción ha estado prácticamente paralizada durante los últimos años.

Más de un centenar de los cerca de 600 trabajadores que ahora están en plantilla ya han aceptado rescindir su contrato.

El Gobierno portugués pretende cerrar la empresa estatal y despedir a todos sus trabajadores, aunque la empresa concesionaria, Martifer, se ha comprometido a contratar a 400 de esos empleados.

La decisión del Ejecutivo se ha visto envuelta en polémica y a finales de diciembre, una eurodiputada socialista, Ana Gomes, denunció ante la Fiscalía lusa que el proceso de concesión presenta "irregularidades" relacionadas con el tráfico de influencias y el abuso de poder.

El ministro de Defensa, por su parte, incidió hoy en que los astilleros de Viana "son un ejemplo del suspenso del Estado como gestor" y del "modelo ideológico de quien creía que el Estado tiene que saber producir navíos, y bienes y servicios que no son esenciales".

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