Gobierno ruso remite a la Duma un presupuesto retocado tras críticas de Putin

  • El Gobierno ruso remitió hoy a la Duma el presupuesto para el trienio 2013-15, que tuvo que ser retocado tras las críticas vertidas por el presidente, Vladímir Putin, quien acusó a varios ministros de ignorar sus promesas electorales.

Moscú, 28 sep.- El Gobierno ruso remitió hoy a la Duma el presupuesto para el trienio 2013-15, que tuvo que ser retocado tras las críticas vertidas por el presidente, Vladímir Putin, quien acusó a varios ministros de ignorar sus promesas electorales.

"Somos conscientes de que lo que ocurre desde hace poco en las economías desarrolladas, incluido las europeas. Allí no hay ningún aumento, sólo reducción de todos los gastos sociales y aumento de la edad de jubilación", dijo Putin, citado por las agencias rusas.

El objetivo del presupuesto es equilibrar las cuentas y reducir el déficit público, al tiempo que se mantienen intactas las políticas sociales de ayuda a las clases más desfavorecidas, los ancianos, las familias numerosas y los residentes en Siberia.

"Debemos tener en cuenta todos los riesgos que conlleva para nuestra economía la situación en la economía europea y mundial. Pero debemos hacer todo lo posible para cumplir con las obligaciones sociales ante los ciudadanos", señaló.

El primer ministro, Dmitri Medvédev, ha reconocido que el Gobierno ha tenido que "contar cada kópek" a la hora de elaborar un presupuesto que se caracteriza por la austeridad.

Con todo, Medvédev recordó que el Ejecutivo ruso mantuvo las promesas sociales durante la crisis y que ahora tiene la misma intención, independientemente de las oscilaciones de los precios de los hidrocarburos.

"Desgraciadamente, nuestra economía depende en gran medida de los precios del petróleo y el gas", dijo y añadió que la disciplina presupuestaria es la clave para evitar el impacto de la crisis en la economía rusa.

El ministro de Finanzas, Antón Siluánov, reconoció esta semana que será muy difícil compaginar la austeridad de gas con las promesas electorales de Putin y ambiciosos proyectos como los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 y el Mundial de Fútbol en 2018.

Putin sancionó a los ministros de Educación y Ciencia, Dmitri Livanov; Desarrollo Regional, Oleg Govorún, y Trabajo y Protección Social, Maxim Topilin, por hacer oídos sordos a las promesas de mejora del estado de bienestar.

Antes de las elecciones presidenciales de marzo, Putin firmó un contrato social con los rusos que el Banco Central estimó en más de 170.000 millones de dólares y que los analistas pronosticaron que supondrían un gasto equivalente al 1,5 % del PIB.

Esas promesas son consideradas desorbitadas por muchos analistas y van en contra de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional.

El proyecto presentado anteriormente por el Ministerio de Finanzas se plantea como objetivo para el próximo trienio reducir el déficit presupuestario el próximo año del 1,5 % del Productor Interior Bruto al 0,8 %.

Para ello, proponía una considerable reducción de los gastos estatales en educación, cultura, sanidad e infraestructuras comunales.

Tras las críticas del presidente, Siluánov propuso aprovechar el dinero recaudado en el marco del programa de privatización de las corporaciones estatales para hacer frente a los gastos sociales.

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