Grecia retoma las negociaciones con los acreedores tras rechazo de Eurogrupo

  • Los acreedores privados de Grecia y el Gobierno heleno retomarán mañana en Atenas las negociaciones sobre una quita de al menos 100.000 millones de euros tras el rechazo del Eurogrupo el pasado lunes a las condiciones ofrecidas por la banca.

Atenas, 25 ene.- Los acreedores privados de Grecia y el Gobierno heleno retomarán mañana en Atenas las negociaciones sobre una quita de al menos 100.000 millones de euros tras el rechazo del Eurogrupo el pasado lunes a las condiciones ofrecidas por la banca.

El Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que agrupa a los acreedores privados, aseguró hoy en un comunicado que ha decidido enviar un "equipo de expertos" a Atenas liderado por su director, Charles Dallara y el asesor de BNP-Paribas Jean Lemierre.

"El objetivo es llegar a un acuerdo en todos los asuntos legales y técnicos pendientes tan pronto como sea posible", añadió.

El interés de los bonos por los que se sustituirán los actuales -un canje que debería suponer al menos 100.000 millones de euros de ahorro para la abultada deuda griega- continúa siendo el eje central de las negociaciones, que se rompieron el pasado 13 de enero para retomarse la pasada semana, cuando se cerró un principio de acuerdo.

Sin embargo, el lunes, los países de la Zona Euro rechazaron la propuesta acordada por el gobierno griego y el IIF de unos nuevos títulos a 30 años con un interés progresivo a una media del 4,25 % y exigieron que se reduzca al 3,5 %.

"Con un interés del 4 % o mayor, e incluso aunque el cien por ciento de los acreedores se acogiese al PSI (las siglas por las que se conoce el plan de la quita), la deuda griega no descendería por debajo del 150 % (de su PIB) en 2020", justificó el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

Se refería a la intención de los prestamistas internacionales de Grecia, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), de que, a través de la quita, se logre reducir el monto de la deuda griega, actualmente superior al 160 % del PIB, al 120 % en 2020.

Sin embargo, los analistas advierten de que, si el interés ofertado es muy bajo, los acreedores se negarán a acogerse voluntariamente a la quita.

Esta situación, según fuentes gubernamentales griegas consultadas por Efe, forzaría al Ejecutivo heleno a aprobar una ley que obligase a los acreedores privados a reestructurar su deuda, lo que podría activar las Permutas de Impago Crediticio (CDS), algo que tendría un efecto negativo en los mercados y en los bancos que emitieron este tipo de seguros.

Sin embargo, el primer ministro griego, Lukás Papadimos, se ha mostrado optimista sobre la nueva ronda de negociaciones con el IIF y, la pasada noche, aseguró a la prensa que "habrá un resultado positivo al final de la semana".

"Ésta será su última visita (del IIF a Atenas)", aseguró.

La quita es una condición imprescindible para que Grecia reciba un nuevo préstamo de la UE y el FMI por valor de 130.000 millones de euros, necesarios para que el país no se declare en bancarrota cuando deba hacer frente a los próximos vencimientos de deuda.

Mientras tanto, un equipo de la llamada troika -formada por el FMI, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE)- se encuentra en Atenas pasando revista a las reformas prometidas por el gobierno de Papadimos.

Según informaron fuentes gubernamentales a Efe, la troika se reunió hoy con el ministerio de Finanzas, Evangelos Venizelos, para acordar las nuevas reformas que se exigirán a Grecia para la concesión del nuevo préstamo.

Sin embargo, durante la pasada noche, el parlamento heleno votó contra la liberalización de la profesión farmacéutica, uno de los oficios que, junto con otros, la troika exige abrir a la libre competencia.

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