Greenpeace lamenta que se hayan confirmado sus datos sobre el deshielo del ártico y exige reducir las emisiones de co2


El responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, Julio Barea, declaró hoy a Servimedia que el último informe divulgado por la Administración de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) sobre el estado del Ártico confirma, “desgraciadamente”, los datos y previsiones de la organización.
El documento de la NOAA reveló que en 2012 se batió récord en cuanto a la pérdida de hielo en el Ártico, el aumento del nivel del mar y la emisión de gases de efecto invernadero.
“Este informe no hace nada más que ratificar y confirmar lo que nosotros dijimos el año pasado, que estuvimos en Ártico y nuestros científicos y expertos que estuvieron en el barco determinaron precisamente lo que dice el estudio”, afirmó el Barea.
En este sentido, indicó que “el Ártico es un lugar emblemático, muy frágil y sensible al cambio climático que se está producido, sin ningún lugar a dudas, por la mano del hombre.” Según Barea, estos cambio en el clima se diferencian de los anteriores registrados en la Tierra tanto en su gestación como en su duración, ya que aquellos “se produjeron durante decenas, cientos, incluso millones de años; no en menos de 50 años como está pasando ahora mismo”.
Por ello, asegura que “ningún ecosistema, ningún animal, ni incluso el ser humano se puede adaptar tan rápidamente a estos cambios tan bruscos que están sucediendo”.
Además, alertó de que España será el cuarto país más afectado por el cambio climático, debido a su situación geográfica y sufrirá el incremento de temperatura, bajadas en las precipitaciones y un aumento del nivel del mar. “España se verá afectada por temas económicos y de desarrollo”, declaró el portavoz de Greenpeace.
Para evitar que el cambio climático siga aumentando, Barea recomendó parar o reducir lo antes posible de forma drástica las emisiones de gases de efecto invernadero, “sobre todo el CO2, que producimos debido a la actividad industrial y al transporte”.
“Un organismo tan poco ecologista como es el Banco Mundial en sus últimos dos informes revela que si no hacemos algo rápidamente las previsiones de un aumento en uno o dos grados en las temperaturas a finales de siglo se quedarán cortas y se podría alcanzar un aumento de cinco o seis grados”, informó Barea. “Si ya es catastrófico un aumento de dos grados, entre cuatro y seis no sabemos lo que puede ocurrir”, concluyó.

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