La venta de la sede de Uralita en Madrid está en la recta final. La operación, que está siendo dirigida por las consultoras inmobiliarias Savills y Catela, está en el tramo final. Un grupo nacional mantiene negociaciones exclusivas para la compra de Recoletos, 3. Está dispuesto a desembolsar 48 millones de euros por el edificio que hoy es sede de la empresa Uralita y que hace apenas cuatro años protagonizó una de las operaciones más sonadas en el mercado inmobiliario español.
En 2006, el grupo inmobiliario Ballester pagó a Pryconsa 71,5 millones de euros por Paseo de Recoletos 3, una cifra que en aquel momento marcó un techo en el mercado de oficinas madrileño. El inmueble es uno de los mejor situados de la capital, en una de las cuatro esquinas de la Plaza de la Cibeles, y ha sido sede, entre otros, de la histórica Caja Postal. Su propietario, Argentaria, lo vendió en 1999 a un fondo integrado por Ferrovial y Morgan Stanley por 54 millones de euros, menos de lo que se embolsará ahora Ballester por la venta.
BBVA tiene un papel fundamental en la operación. El banco que preside Francisco González financió al Grupo Ballester cuando adquirió el edificio, sobre el que pesa una hipoteca de 41 millones de euros. Según fuentes inmobiliarias, la hipoteca tiene una vigencia de 20 años y las condiciones son del Euribor más el 0,35%.
El segundo banco español ve con buenos ojos la operación, que le permitiría recuperar el importe adeudado e incluso estaría dispuesto a que el nuevo comprador se subrogara la deuda de Ballester, que vende el inmueble para conseguir liquidez y reducir deuda en un escenario muy complejo para todo el sector inmobiliario. En cualquier caso, las mismas fuentes aseguran que BBVA no tiene compromiso alguno en firme con nadie ni para la subrogación de la hipoteca ni para la financiación de la adquisición.
El edificio, que cuenta con una superficie de algo más de 5.400 metros cuadrados, tiene en estos momentos tres de sus seis plantas vacías después de que Uralita –su inquilino desde 2007- haya renegociado con el actual propietario las condiciones de ocupación.Una circunstancia que resta atractivo a la operación que, no obstante, ha levantado el interés de los grandes inversores del sector por la excelente ubicación del edificio y por la solvencia de su inquilino.
El mercado de oficinas de Madrid ha sufrido en los últimos años el impacto de la crisis. En las zonas prime como en las que se ubica la sede de Uralita el precio se sitúa por debajo de los 10.000 euros por metro cuadrado frente a los más de 14.000 en el momento álgido del boom.
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