El ministro de Economía, Luis de Guindos, está negociando con la banca alternativas a los embargos y soluciones que permitan a familias sin ingresos no seguir debiendo millones al banco después de haber perdido su vivienda.
En respuesta a una pregunta parlamentaria, Guindos anunciará mañana esta iniciativa, que tomará cuerpo en una serie de medidas dirigidas a mitigar la sangría de los embargos, según ha podido confirmar lainformacion.com.
Sobre la mesa está la polémica dación en pago, que permitiría saldar la deuda con el banco devolviendo la vivienda. Sin embargo, resulta prácticamente imposible aplicar este modelo con carácter retroactivo.
No obstante, existen un amplio abanico de opciones, desde la concesión de prórrogas y refinanciaciones a quienes no estén pudiendo hacer frente a su vivienda; hasta la proliferación del modelo de dación en pago para futuras viviendas; pasando por modificar el actual sistema de subasta de viviendas embargadas, que en demasiadas ocasiones quedan desiertas y permiten al banco hacerse con ellas por la mitad de su valor.
De hecho, la subcomisión del Congreso creada a finales de la pasada legislatura para modifcar la Ley Hipotecaria había consensuado varias mejoras que ahora podría recuperar Guindos.
Entre ellas destaca la posibilidad de eliminar algunas clausulas que se consideran abusivas o de obligar a las entidades financieras a ser más transparentes a la hora de informar sobre la letra pequeña de estos contratos.
Por ejemplo, todas las fuerzas habían mostrado su apoyo a limitar los intereses de mora al entorno de 2,5 veces el tipo de interés del momento, lo que los limitaría al entorno de 12%, frente al 30% y el 40% que están cobrando actualmente las entidades; en corregir las clausulas de suelo y techo; y en cambiar la política de tasaciones, haciéndolas más transparentes y garantizando al comprador que pueda pedir él su propia valoración, en vez de tener que aceptar la del banco.
Alternativas a la dación en pago
Entre los expertos que fueron consultados por la subcomisión, varios aportaron alternativas a la dación en pago. Entre ellas destacaba la dación en pago temporal, que consiste en abrir un periodo de seis meses durante el cual se puedan devolver las llaves al banco y saldar así la deuda.
El problema de este modelo es su elevado coste, unos 21.000 millones, según el docente, una cifra difícil de asumir en plena reestructuración del sector financiero.
Más viable parece la opción de aplicar un uso que recoge el Derecho Civil, llamado anticrisis, y que permite ocupar un bien y redimirlo cuando se pueda. En el caso de la vivienda, si alguien no puede seguir pagando su hipoteca, el banco se queda con la titularidad, pero el inquilino sigue viviendo ahí a cambio de una especie de alquiler, que se le podría descontar de la hipoteca si en un futuro puede volver a afrontarla.
No obstante, el propio Macías reconoce que una medida de este tipo exigiría algunos cambios, como introducir incentivos fiscales, también muy difíciles de imaginar en una contexto de cambio de Gobierno.
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