México.- La cumbre del Grupo de Río que se celebra hoy bajo estrictas medidas de seguridad y en un hermetismo casi total impide conocer a detalle el desarrollo de las reuniones que sostienen una veintena de mandatarios en la localidad turística de Playa del Carmen, en el Caribe mexicano.
La organización del evento, a manos del Gobierno mexicano, dispuso que los mandatarios latinoamericanos estén hospedados en el lujoso hotel Grand Velas, y que los medios de comunicación se encuentren separados a unos dos kilómetros de distancia en otro complejo hotelero, el vecino hotel Princess.
Los periodistas tienen prohibido acercarse al hotel en el que transcurren las reuniones, y sólo lo pueden hacer si concretan previamente alguna entrevista, para lo cual son trasladados en vehículos y escoltados por personal de la Cancillería o de la Presidencia mexicana.
Al término de las entrevistas pactadas, los comunicadores son nuevamente retirados de la fortaleza de seguridad en la que se ha convertido la sede del evento, en la que se discuten importantes temas de la agenda latinoamericana, como el apoyo a Haití y la creación de un nuevo organismo que integre a todos los países de la región, con excepción de EE.UU. y Canadá.
De la ceremonia de inauguración, solamente se transmitió por un circuito cerrado de televisión el discurso del presidente de México, Felipe Calderón, al término del cual se suspendió la señal, la prensa gráfica fue desalojada del hotel y sólo pudieron permanecer ahí las comitivas oficiales y los invitados especiales.
Buena parte de la información generada hasta ahora sobre las incidencias de la jornada, ha sido filtrada a los medios por las delegaciones participantes de otros Gobiernos, o por las cancillerías, que como la de Paraguay, colgó en su sitio de internet las palabras que brindó el presidente paraguayo, Fernando Lugo, durante el acto de inauguración.
Asimismo, la Cancillería argentina emitió un comunicado de prensa en el que reveló que los mandatarios de la región aprobaron un texto en el que reafirman su respaldo a los "legítimos derechos" de Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido por las islas Malvinas, y otro en el que exigen a los dos países abstenerse de tomar decisiones unilaterales sobre la situación.
La primera sesión plenaria concluyó y los mandatarios se retiraron después a comer. La segunda ronda está por empezar, sin que haya posibilidad de que se conozcan oficialmente las incidencias de los debates.
En la noche, los presidentes se trasladarán a Xcaret, un parque ecológico de la zona, donde la reserva será de nuevo la norma, ya que la cena que ahí ofrecerán las autoridades mexicanas es privada.
Fuentes de Xcaret dijeron a Efe que no pueden revelar ninguna particularidad de las actividades que disfrutarán los gobernantes, ni siquiera el menú que degustarán, por disposición del Gobierno mexicano.
A la reunión combinada del Grupo de Río y de la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) asisten mandatarios o representantes de alto nivel de 32 naciones, todas las de la región salvo Honduras, que no ha sido invitada por estar suspendida de la Organización de Estados Americanos (OEA). EFE
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