Hollande justifica los recortes aunque "son forzosamente dolorosos"

París, 30 sep.- El presidente francés, François Hollande, justificó hoy los recortes del gasto público que su Gobierno va aplicar el año próximo para no aumentar más la deuda, que en el segundo trimestre superó los dos billones de euros, eso aunque esos ahorros "son forzosamente dolorosos".

Hollande, en un discurso con motivo de la entrega del Premio a la Audacia Creativa, recordó que en el mandato de su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy (2007-2012), la deuda pública francesa había subido en 600.000 millones de euros.

Explicó que aunque desde hace más de dos años los tipos de interés por la deuda francesa "son de los más bajos del mundo (...) eso no puede autorizar una política (...) que dejaría crecer la deuda con la excusa de que es barato".

"Nuestro papel es controlar el déficit para que no aumentemos el nivel absoluto de la deuda, aunque se financia a tipos de interés muy bajos" y eso -precisó el presidente socialista- se va a traducir en una disminución del gasto público desde 2015.

Una disminución que "tiene forzosamente consecuencias. Si no se oye gritar, es que no hacemos ahorros. No hay recortes indoloros", comentó en alusión a las protestas contra los recortes, un día después de que la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Marisol Touraine, presentara una serie de medidas que reducirán ciertas ayudas familiares.

Mañana, el Consejo de Ministros debe aprobar el proyecto de presupuestos de 2015 que, de acuerdo con los planes previstos, incorporará una rebaja del gasto público de 21.000 millones de euros, dentro de un programa de disminución de 50.000 millones en tres años.

Hollande insistió en que lo que le hace falta a Francia "es crecimiento", y eso implica "que haya más empresas, más empresarios, más inversiones".

También defendió su llamado "Pacto de responsabilidad", que va a reducir en 40.000 millones de euros las cotizaciones sociales que pagan las empresas.

"La competitividad es la soberanía de Francia", argumentó, antes de repetir que "un país que no es competitivo en la zona euro, en el mundo no puede manifestar su voz como quiere".