Hollande se niega a quitar el vino y Rohani suspende el almuerzo en el Elíseo

    • Ni programa el programa nuclear, ni Siria: el vino en la cena es lo que divide a los presidentes de Francia e Irán.

    • A diferencia de Italia, donde las autoridades decidieron tapar las esculturas de desnudos para no ofender al invitado, los franceses no están dispuestos a realizar concesiones.

Los presidentes Rohani y Hollande se saludan en París / AFP
Los presidentes Rohani y Hollande se saludan en París / AFP

Organizar una cena de Estado con invitados de distintas creencias no es fácil. La comida está muy ligada a la cultura y a la religión. El protocolo en una mesa musulmán es estricto: nada de vino o carne halal son dos de las exigencias de los comensales musulmanes a las que el gobierno francés no ha cedido

A diferencia de Italia,donde las autoridades decidieron tapar las esculturas que representaban el cuerpo humano desnudo, ya que es algo prohibido en la religión islámica y no querían ofender al invitado, los franceses han dejado claro que no están dispuestos a realizar "concesiones culturales".

El líder iraní Hasán Rohani aclaró que no había exigido que se taparan las esculturas de personajes clásicos desnudos: "Sé que los italianos son gente muy hospitalaria, gente que hace lo posible para que sus huéspedes se sientan de la mejor manera, y yo agradezco esto".

En este sentido, según RTL, para los franceses una comidasin carne y sin vino tinto es un sacrilegio culinarioy por eso, Francia se negó a abandonar las tradiciones de la República en las comidas oficiales. Un problema similar sucedió en 1999 durante una visita a Francia de su antecesor Mohammed Jatami donde también se suspendió la cena con Jacques Chirac, según informa Le Monde.

Algo parecido sucedió en 2002 cuando Mohamed Jatami visitó oficialmente España. Según cuentan las crónica de la época, ni Ribera de Duero, ni Rioja, ni Rueda, ni Penedés, el vino desapareció de los menús de los banquetes oficiales. Incluso para evitar problemas ni siquiera hubo banquetes. Los iraníes alegan motivos religiosos que les impiden no sólo beber vino sino sentarse a una mesa en la que otros lo beban.

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