Hospitalizados dos personas en huelga de hambre por despidos en PSA Vigo

  • Los dos sindicalistas de la CIG que hace una semana iniciaron una huelga de hambre por el despido de dos trabajadores de la fábrica de PSA Peugeot Citröen de Vigo han abandonado la medida de presión para ir al hospital y han sido sustituidos por dos compañeros de la central nacionalista.

Vigo, 8 jul.- Los dos sindicalistas de la CIG que hace una semana iniciaron una huelga de hambre por el despido de dos trabajadores de la fábrica de PSA Peugeot Citröen de Vigo han abandonado la medida de presión para ir al hospital y han sido sustituidos por dos compañeros de la central nacionalista.

El secretario general de la CIG, Suso Seixo, ha explicado que Enrique Pérez y Miguel Daría estaban físicamente "muy deteriorados" y que fueron aconsejados por la sección sindical para que fueran esta mañana al hospital Xeral, donde están pendientes de que les realicen unas pruebas y de si finalmente quedan o no ingresados.

Seixo ha criticado que la empresa impidiera que un médico y un enfermero accedieran a la fábrica de Balaídos para hacerle un chequeo a los dos huelguistas, a quienes relevarán Manolo Domínguez, secretario de la sección sindical de la CIG en PSA, y Ernestina Rodríguez.

"Esto no se acabó aquí", ha advertido el secretario general de la central nacionalista, habida cuenta de "la persecución" y de "la campaña represiva" contra afiliados de la CIG en la fábrica de Balaídos.

Ha referido otras sanciones previas a los dos despidos, todas ellas medidas "peores que en el franquismo" con el objetivo, ha dicho, de "amedrentar" a afiliados y miembros del comité de la CIG, sindicato que ejerce la "oposición a ciertos planes" de la dirección que resultan "muy lesivos" para los intereses de los trabajadores.

Seixo ha puesto como ejemplo los "durísimos ritmos de trabajo" implantados en la fábrica viguesa, que "están afectando a muchos trabajadores".

Preguntado por las causas aludidas por la empresa para justificar los despidos -por no realizar una operación de seguridad y persistir en su actitud pese a las indicaciones de su superior-, ha alegado que no hubo motivos, y ha añadido que por una "ridiculez" tal en PSA "nunca se han impuesto sanciones de este tipo".

Ha negado una acción deliberada por parte de los dos despedidos y ha argumentado que los trabajadores "son los primeros interesados en que la empresa vaya bien", y por tanto no tienen "intención alguna en dañar" su imagen.

Otra cosa, ha añadido, es que "no estamos dispuestos a aceptar que se impongan ritmos de trabajo abusivos y a que la dirección nos calle la boca".

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