Río de Janeiro, 1 mar.- Una huelga de trabajadores de las empresas de autobuses de Río de Janeiro para exigir mejoras salariales dejó hoy sin transporte a decenas de miles de personas en la ciudad, justo el día en que celebra los 448 años de su fundación.
Los trabajadores piden un aumento salarial del 15 por ciento o del 10 por ciento y otros beneficios, pero Río Onibus, la empresa que agrupa a los transportistas de la ciudad, ofreció una subida del 8 por ciento que fue rechazada por los sindicatos, los cuales convocaron la huelga de 24 horas.
Como consecuencia de la falta de acuerdo, la ciudad amaneció hoy prácticamente sin autobuses, con menos del 10 por ciento de la flota en circulación, lo que dejó sin transporte a la mayoría de los cariocas.
Algunas empresas denunciaron que varios autobuses fueron atacados a pedradas por huelguistas cuando sus conductores intentaron salir de sus garajes en los barrios de Santa Cruz y Campo Grande, en la populosa zona oeste de la ciudad.
Desde primeras horas de la mañana se formaron largas filas en las paradas de autobús y en lugares como la estación Central do Brasil y la Avenida Brasil, que corta los suburbios de las zonas norte y oeste de la ciudad, eran multitudes las que esperaban un transporte.
También en la zona turística de Copacabana decenas de personas se amontonaban en cada parada a la espera de algún medio de transporte y el comercio abrió sus puertas más tarde de lo habitual por las dificultades de los empleados para llegar.
"Estoy desde hace 40 minutos esperando un autobús para ir a una cita médica", comentaba un señor de unos 60 años a los que estaban a su alrededor mientras intentaba infructuosamente tomar un taxi, pues todos pasaban ocupados.
Los efectos de la huelga han sido agravados por las obras de ampliación del metro para los Juegos Olímpicos de 2016, que obligó al cierre la semana pasada de la estaciones de Cantagalo, en Copacabana, y General Osorio, en Ipanema.
La empresa Metro Rio, que administra el subterráneo de la ciudad, calcula que con la huelga el flujo de usuarios de ese medio de transporte aumentará hoy un 15 por ciento.
La huelga coincide con el 448 aniversario de la fundación de Río de Janeiro, motivo por el cual la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, estará hoy en la ciudad para inaugurar algunas obras, entre ellas el Museo de Arte de Río (MAR), que forma parte del programa de revitalización de la zona portuaria.
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