Iberdrola, la mayor eléctrica española, considera que ACS, su principal accionista, registró el año pasado unas pérdidas brutas de actividades ordinarias (sin contar la venta de Unión Fenosa) de 405 millones de euros, en lugar del beneficio de 988 millones que declaró la constructora.
Éste es uno de los puntos en los que se basa la demanda de juicio ordinario que la eléctrica ha presentado ante los juzgados de lo mercantil de Madrid, que ha sido asignada al titular del juzgado número 1, Carlos Nieto, según explicaron fuentes de Iberdrola.
De acuerdo con el informe pericial que acompaña a la demanda, el resultado antes de impuestos de las actividades continuadas de ACS en 2009 habría sido de signo negativo si se hubiera contabilizado correctamente el impacto derivado del deterioro del valor de las inversiones en participadas.
Las principales inversiones de ACS son el 12% que posee en Iberdrola, el 26% que ostenta en Abertis y el 30% de Hochtief. Desde la constructora aseguran estar tranquilos porque "todas nuestras cuentas están auditadas y con plena conformidad del auditor". Deloitte es la firma profesional encargada de sancionar las cuentas de ACS, la misma que trabajó con Iberdrola hasta hace cuatro años.
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