Imputan al australiano que provocó la alarma de secuestro en un avión en Bali

  • El australiano que el viernes pasado provocó una alerta de secuestro en un vuelo de Virgin en la isla indonesia de Bali, ha sido imputado en Australia por interferir con un miembro de la tripulación, informaron hoy fuentes policiales.

Sídney (Australia), 29 abr.- El australiano que el viernes pasado provocó una alerta de secuestro en un vuelo de Virgin en la isla indonesia de Bali, ha sido imputado en Australia por interferir con un miembro de la tripulación, informaron hoy fuentes policiales.

Matt Christopher Lockley, que intentó entrar en la cabina del piloto, supuestamente al confundirla con el lavabo debido a un ataque de pánico, comparecerá ante un tribunal de Brisbane el 6 de junio, según un portavoz de la Policía Federal Australiana.

El hombre, de 27 años, regresó anoche al aeropuerto de Brisbane, donde fue interrogado por la Policía Federal Australiana para determinar si debía ser imputado por haber golpeado de forma agresiva la puerta del piloto, según la cadena local ABC.

Previamente Lockley fue interrogado por las autoridades indonesias tras ser detenido, aunque después fue puesto en libertad al descartarse la presencia de sustancias ilícitas o alcohol en su organismo, agregó la fuente.

El personal de Virgin emitió una alerta de secuestro ante la conducta agresiva del pasajero australiano que atribuyeron a que estaba ebrio, si bien éste aseguró después que se trató de un ataque de pánico.

"Es un gran malentendido. Tuve un ataque de pánico y solamente quería utilizar el lavabo y cometí un error al golpear la puerta de la cabina del piloto", dijo ayer Lockley, quien asegura que iba a Bali para buscar a su esposa de quien no sabía nada desde hace dos semanas.

Lockley declaró a las autoridades indonesias que había tomado varias pastillas (cuatro Panadol y dos Voltaren) y bebido dos Coca-Cola en el aeropuerto de Brisbane, y que sufrió alucinaciones al pensar que alguien le seguía en el avión para robarle el equipaje.

La alarma de secuestro se emitió por error en lugar de una de emergencia, prevista para los casos de menor gravedad.

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