Madrid, 26 feb.- Indra logró un beneficio neto de 115,8 millones de euros en 2013, el 12,7 % menos que un año antes, en un ejercicio marcado por la caída de las ventas en España y los costes extraordinarios por 28 millones relativos al plan de adecuación y mejora de la eficiencia de los recursos.
Por su parte, las ventas consolidadas se redujeron en el periodo un 0,9 % hasta los 2.914 millones de euros. En el caso de España, la caída fue del 11 %, un porcentaje que sin bien es inferior al retroceso del 18 % contabilizado en 2012.
En Latinoamérica, de donde proceden el 28 % de las ventas de la compañía, la facturación creció un 11 %, mientras que en Europa y Norteamérica, que generan el 20 % de los ingresos, crecieron un 10 %. En Asia, Oriente Medio y África, de donde proviene el 13 % de la facturación total, registraron un descenso del 8 %.
A cierre de 2013, la cartera de pedidos ascendió a 3.493 millones y representó 1,2 veces las ventas del ejercicio 2013.
Todos los mercados verticales, a excepción de transporte y tráfico -muy afectados por la debilidad del mercado en España- mostraron un crecimiento positivo en moneda local, plano en el caso de las administraciones públicas y sanidad, del 8 % más en energía e industria, del 7 % más en seguridad y defensa y del 6 % en servicios financieros.
La deuda neta al final del ejercicio se situó en 622 millones frente a los 634 millones del año anterior.
En 2013, Indra llevó a cabo distintas acciones para compensar los efectos de la fuerte caída de actividad en el mercado español.
Entre las acciones llevadas a cabo para compensar esta situación destacan las de adecuación y mejora de la eficiencia de los recursos, que ha implicado incurrir en gastos extraordinarios en tres de los últimos cuatro años, y el fuerte desarrollo en mercados de alto crecimiento, como son Latinoamérica, Europa, Oriente Medio y África.
Gracias a estas medidas, Indra espera mantener el crecimiento de su flujo de caja, recuperando en los próximos ejercicios niveles cercanos a los alcanzados antes de la crisis. Asimismo, confía en reducir su deuda y mantener una retribución adecuada a sus accionistas.
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