Caracas, 30 dic.- La inflación en Venezuela fue de 4,8 % en noviembre, algo menor a la tasa registrada en octubre (5,1 %), y se estima que este mes de diciembre será de 2,2 %, con lo que cerrará el año en un 56,2 %, se informó hoy oficialmente.
El Banco Central de Venezuela (BCV) destacó que las fiscalizaciones de precios al consumidor cumplidas en las últimas semanas y ordenadas por el presidente del país, Nicolás Maduro, impidieron una aceleración mayor de la inflación.
"De no haberse aplicado las fiscalizaciones la inflación de noviembre habría terminado cercana a 6 %", remarcó en un comunicado.
La inflación en alimentos fue de 7,5 % en noviembre, la de restaurantes y hoteles de 5,9 %, bebidas alcohólicas y tabaco 5,5 %, vestido y calzado 4,2 %, precisó.
Poco después de conocerse la cifra mensual, Maduro dijo en una rueda de prensa que la inflación anual cerró en un 56,2 %, un número elevado que calificó de "especulativo" y atribuyó a "la burbuja creada por la guerra económica" que afirma el empresariado libra contra su Gobierno.
"Si nosotros no hubiéramos tenido esta guerra económica, Venezuela este año tendría una inflación de un dígito", sostuvo.
El Banco Central ha reconocido que existe un alto volumen de masa monetaria circulando en la economía y a fines de octubre elevó el encaje legal bancario para "propiciar" una moderación de la liquidez monetaria en el país y ayudar así a una reducción de la inflación.
El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, indicó que la inflación ha estado este año "perturbada", aunque presentó un presupuesto para el próximo año con una previsión de entre 26 y 28 % en ese indicador.
La inflación comenzó a dispararse a finales del año pasado y ha mantenido altos niveles a lo largo de 2013 llegando en mayo a registrar un 6,1 %, uno de los resultados parciales más elevados del último siglo, alentada por los efectos de una devaluación del bolívar.
Los economistas sostienen también que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, que durante noviembre llegó a ser de hasta diez veces, es uno de los factores que impulsa la inflación, especialmente en un país muy dependiente de las importaciones.
El Gobierno ha respondido con un nuevo mecanismo de administración estatal de divisas y la activación de un operativo cívico-militar contra el acaparamiento, en medio de críticas al mercado ilegal del dólar paralelo, sobre el que está prohibido informar su precio.
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