Intervenidos en cádiz 41.000 litros de vino con denominación de origen falsificada


La Guardia Civil ha desmantelado en la provincia de Cádiz una bodega clandestina, en la que se han intervenido más de 41.000 litros de vinos con denominación de origen falsificada, así como otros 200 litros de alcoholes y esencias. El vino descubierto era vendido en casetas de feria como “manzanilla especial para rebujito”.
Según informó el Instituto Armado, en la llamada ‘operación Resaca’ se ha detenido al responsable de esta bodega, al que se imputa un delito contra la propiedad industrial y otro de fraude al consumidor. También se le aplicarán varias sanciones por las graves deficiencias higiénico sanitarias de elaboración, conservación y envasado de los productos.
El arrestado disponía de más de 41.000 litros de vinos con denominación de origen falsificada, en concreto de ‘Jerez-Xérés-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar’. En las instalaciones también se han localizado cerca de 200 litros de alcoholes y esencias.
El vino intervenido se estaba ofreciendo a los caseteros de las ferias a un precio muy inferior al del coste de producción de este tipo de caldos.
CONTENEDORES DE PLÁSTICO
La operación se inició con motivo de las inspecciones en materia de seguridad alimentaria que realiza el Seprona de la Guardia Civil con ocasión de las distintas ferias y eventos que se suceden en la provincia de Cádiz. En estos eventos, los agentes detectaron unas partidas de vinos, que, bajo la denominación "manzanilla especial para rebujito", se estaban ofreciendo a los caseteros por un precio muy inferior al del coste de producción de este tipo de caldos.
La Benemérita estableció entonces un dispositivo para localizar y ubicar la empresa distribuidora y la bodega de origen para verificar el fraude que se estaba cometiendo. Fruto de estas pesquisas, los agentes localizaron vinos que estaban preparados para ser comercializados, con lo que se evitó que llegaran a los consumidores.
Durante la inspección, los agentes detectaron que miles de litros de vino se almacenaban en contenedores de plástico reciclados que no estaban preparados para albergar productos destinados al consumo humano.
DESPRESTIGIO PARA LA ZONA
Además, los agentes detectaron en la bodega varias deficiencias en materia de seguridad alimentaria, por lo que se dio aviso a los servicios de Salud de la Consejería, para que los inspectores tomaran las medidas de inmovilización y clausura cautelar de las instalaciones y los productos.
Esta comercialización presentaba dos problemas fundamentales: por un lado el de los productores, ya que no pueden competir en precio contra estos productos y pierden ventas; y, por último, el desprestigio hacia un producto con denominación de origen.
Con esta operación se han retirado de la circulación miles de litros de vino que podían haber sido comercializados con una mezcla de mostos de productos, con el único fin de obtener el máximo beneficio económico posible.
Además, se ha evitado la comercialización de miles de litros de caldos que podrían haber afectado gravemente el prestigio de una actividad empresarial centenaria, que proporciona empleo a miles de familias en la provincia.

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