Isidoro Álvarez, un niño de la Guerra Civil que prosperó en un tiempo difícil

    • Con 18 años se incorporó a la cadena española de grandes almacenes y en 1959 fue nombrado consejero de la sociedad y de Induyco.
    • Tras el fallecimiento de Ramón Areces, el 2 de agosto de 1989 fue nombrado presidente de El Corte Inglés por el consejo de administración.
Muere Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés
Muere Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés

Fue un niño de la Guerra Civil. Nació en Borondes (Asturias) un año después de la revolución obrera que sembró de sangre y fuego toda la comunidad. Era 1935, preludio de la desgracia nacional, desde luego, no era el mejor año para venir al mundo en España.Pero muy pronto Isidoro Álvarez demostraría que lo suyo era superar los retos más difíciles. Con sólo 18 años se incorporó a la cadena española de grandes almacenes y en 1959 fue nombrado consejero de la sociedad y de Induyco, empresa filial dedicada a la confección textil. Dos años antes se licenció en Economía y Ciencias Empresariales, carrera en la que fue primero de su promoción y reconocido con el Premio Extraordinario.En 1966 fue designado director general y vicepresidente de Móstoles Industrial, sociedad que comercializa la marca de muebles Forlady. Tras el fallecimiento de Ramón Areces, el 2 de agosto de 1989 fue nombrado presidente de El Corte Inglés por el consejo de administración, decisión ratificada por la Junta General de accionistas el 27 de agosto del mismo año.Durante su gestión se consolidó la expansión del principal grupo de distribución española mediante la diversificación del negocio en hipermercados, agencias de viaje, compañías de seguros y servicios tecnológicos.Entre sus aportaciones figuran la división de supermercados, Opencor y Supercor, que complementan a los hipermercados Hipercor, la cadena de moda juvenil Sfera y la adquisición de su principal competidor, Galerías Preciados, en 1995. En varias ocasiones, Álvarez se ha mostrado a favor de la liberación de horarios y por la innovación ante las nuevas apuestas de negocio.En 2013, Álvarez designó como director general de la compañía a su sobrino Dimas Gimeno, quien ha desarrollado su carrera profesional en el grupo y en julio de 2014, la entidad fichó al empresario Manuel Pizarro como adjunto a la presidencia.Premio al Mérito en el TrabajoIsidoro Álvarez fue distinguido por su labor al frente de El Corte Inglés en numerosas ocasiones. Fue galardonado entre otros con el premio 'Ejecutivo del Año' de la revista Mercado (1989), el Juan Lladó (1995), el Tiépolo de la Cámara de Comercio italiana (1996) y con la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid (1998), entre otros. También recibió con la Medalla de Oro de la Asamblea Iberoamericana de Cámaras de Comercio (2000) y la de la Real Academia de Medicina (2002).Fue nombrado Comendador Gran Oficial de la Orden del Mérito de la República Italiana (2002), 'Empresario del Año' de la revista 'Actualidad Económica' (2002), recibió la Medalla de Plata de la Guardia Civil y la Cruz Roja del Mérito Policial Honorífica (2003), la de Oro de la Academia de la Historia (2004) y el premio al mejor empresario comercial internacional del año 2005 (International Retailer of the Year).Además, en 2006 recibió la medalla de oro al Mérito en el Trabajo y en noviembre de ese año fue nombrado Colegiado de Honor por el Colegio de Economistas de Madrid. También fue destacado en 2007 como el mejor empresario por la Cámara de Comercio de Madrid y ese mismo año recibió el "Premio Moscón de Oro Nacional-Internacional" otorgado por sus paisanos del municipio ovetense de Grado.El Principado de Asturias le concedió en 2008 la Medalla de Oro y en enero de 2013 Álvarez recibió, en Portugal, la condecoración de Gran Oficial de la Orden del Mérito Empresarial en su categoría de Mérito Comercial.El pasado miércoles fue ingresado por una insuficiencia respiratoria, y hoy ha fallecido a los 79 años en el hospital Puerta de Hierro de Madrid, lugar que no le impidió seguir el día a día de su empresa pues hasta en esos momentos llamaba a sus colaboradores para seguir al pie del cañón.

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