IU culpa al Gobierno y a la Junta de la acción de "lobos" y "buitres" en la minería

León.- El coordinador general de IU en Castilla y León, José María González, ha culpado hoy a los Gobiernos autonómico y central de la crisis de la minería, pues si hubieran parado "los pies" a "los lobos" de las eléctricas, los "buitres carroñeros" empresarios no se hubieran comido "a las ovejas" (los trabajadores).

González ha criticado en una rueda de prensa que la Junta de Castilla y León haya actuado a favor de los empresarios al aceptar los expedientes de regulación de empleo que hoy afectan a cerca de 2.000 mineros en la Comunidad.

Asimismo, ha lamentado que la autoridad laboral autonómica no haya realizado un seguimiento de los despidos "ilegales" de los trabajadores de subcontratas que se encontraban bajo uno de estos expedientes.

El también candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León de IU ha incidido en que el fin de la minería en la provincia leonesa afectaría de manera importante a la economía provincial, pues esta actividad supone el veinte por ciento de su Producto Interior Bruto.

González ha definido la aplicación del Plan del Carbón como un ejemplo de dejación de quien tiene mayoría absoluta en Castilla y León, y se ha preguntado por el destino de los más de cien millones de euros de inversiones previstas para proyectos en las comarcas mineras que aún están sin planificar.

Su homólogo en Asturias, Jesús Iglesias, ha expresado su desacuerdo con la actuación llevada a cabo por el Gobierno durante su Presidencia de la Unión Europea el primer semestre de 2010, pues no consiguió que se despejara el futuro del carbón, ni imponer su postura favorable a la continuidad a largo plazo de este sector estratégico en España.

"El Gobierno debió exigir que se pactara un régimen de ayudas para siempre, hasta que se agotara el carbón" de las cuencas mineras españolas, algo que no hizo y que, a juicio de Iglesias, le situó posteriormente en una posición de "sumisión" en la negociación del nuevo reglamento de ayudas a esta actividad.

Junto al Ejecutivo central, ha culpado de la "realidad dramática" del carbón a las grandes empresas eléctricas y gasísticas, que se han arrojado sobre el sector del carbón nacional "como tiburones" para intentar impedir la continuidad de la minería y mantener sus beneficios.

Para Iglesias, el Gobierno debería usar los amplios mecanismos de presión que posee para obligar a las eléctricas a cesar su acción contra el carbón, así como para "apretar a los empresarios depredadores" de la minería que utilizan a sus trabajadores de "punta de lanza" para efectuar sus reivindicaciones empresariales.