Jordi Sevilla ve los presupuestos demasiado optimistas, pero posibles de cumplir

    • El ex ministro advierte que Europa ha entrado en recesión y la economía internacional se están enfriando y que la economía española depende demasiado del resto.
    • Advierte que la rebaja fiscal es un guiño en año electoral que, como mucho, devuelve la presión fiscal donde estaba cuando tomó posesión el Gobierno de Rajoy.
Jordi Sevilla, sorprendido por las ausencias entre los candidatos a liderar el PSOE
Jordi Sevilla, sorprendido por las ausencias entre los candidatos a liderar el PSOE

El economista y consejero de Llorente & Cuenca y ex ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla ha elaborado un informe en el que analiza los Presupuestos Generales del Estado para 2015, que serán aprobados el próximo día 18 de diciembre.

En el análisis, que publica la consultoría de comunicación Llorente & Cuenca, se detalla los objetivos del Gobierno a la hora de elaborar los presupuestos del próximo año, en el que se celebrarán elecciones municipales y autonómicas y, previsiblemente, generales.

Señala el informe que en los PGE resaltan cuatro asuntos:

- La apuesta por un crecimiento vigoroso capaz de crear empleo.

- Proseguir una senda de consolidación presupuestaria que reduciría el déficit público a la mitad, desde el 11,1% del PIB alcanzado en 2009 -en plena crisis-.

- Una reforma fiscal que rebajará globalmente el IRPF.

- Y la reanimación de la inversión pública.

En todos, asegura, hay riesgos, siendo el principal el escenario de crecimiento, al que está vinculado el resto. Admite que los supuestos que soportan el escenario de crecimiento entran dentro de lo posible, si bien, en estos momentos, se sitúan en el lado más optimista.

"Europa ha entrado en recesión y la economía internacional se está enfriando, según señala el FMI y todo ello afecta a una economía como la española, muy imbricada con el resto del mundo", advierte.

Destaca que la rebaja fiscal es un guiño en año electoral que, como mucho, devuelve la presión fiscal donde estaba cuando tomó posesión el Gobierno de Rajoy. Tampoco el aumento de inversión pública la situará a niveles previos de la crisis. "Esta inversión está centrada en cumplir promesas electorales relacionadas, sobre todo, con el AVE".

"Ante la proximidad de las elecciones, el Gobierno abandona su anterior filosofía en defensa de la austeridad como instrumento virtuoso de recuperación y se apunta a un keynesianismo clásico que convierte al mayor gasto, en vez de al mayor ahorro, en el eje de la actividad y del crecimiento", apunta.

En el lado negativo -destaca- que seguiremos pagando nuevo gasto a crédito, ya que la legislatura acabará con más deuda total, como país, de la que teniamos al comienzo, si bien bajando la deuda privada y subiendo la pública.

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