Juan Ramón Jiménez, el nobel de la eterna obra incompleta

  • El nobel de literatura Juan Ramón Jiménez definía su creación como una obra "en marcha", nunca acabada, y, a casi tres meses de cumplirse 55 años de su muerte, así sigue siendo, su ingente labor creadora es inagotable hasta el punto de que los expertos consideran que será difícil contar con sus obras completas.

Laura Ramírez

Huelva, 7 feb.- El nobel de literatura Juan Ramón Jiménez definía su creación como una obra "en marcha", nunca acabada, y, a casi tres meses de cumplirse 55 años de su muerte, así sigue siendo, su ingente labor creadora es inagotable hasta el punto de que los expertos consideran que será difícil contar con sus obras completas.

Y es que tras Lope de Vega, como ha apuntado el gerente de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, Antonio Ramírez Almansa, el poeta moguereño es "el autor más prolífico de la literatura española", ya que cualquier momento y lugar era bueno para dar rienda suelta a su creación, de la que ha dejado testimonio no sólo en sus libros sino en centenares de miles de documentos, buena parte de los cuales aún están por descubrir.

"No somos capaces de saber cuándo tendremos las obras completas de Juan Ramón, ni siquiera si se tendrán algún día", ha aseverado el gerente de la Fundación; otros, incluso, como el doctor en filosofía y experto juanramoniano Joaquín Llansó, se atreve a asegurar que su obra "nunca estará acabada, nunca habrá obras completas porque su obra está llena de anotaciones, es abierta".

Buen ejemplo de esto son las más de 25.000 anotaciones que del poeta se custodian ya en la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez de Moguer (Huelva), a las que pronto, se cree que el mes próximo, vendrán a sumarse otras más de 170.000 digitalizadas que corresponden al archivo del poeta que se encuentra en la Universidad de Puerto Rico.

Este legado de Puerto Rico está compuesto por manuscritos, recortes y anotaciones, del que al menos un tercio es completamente inédito, entre los que se encuentra una abundante correspondencia, cuyo volumen supera las 3.000 cartas, que Juan Ramón intercambió con otros creadores del momento, desde los jóvenes poetas del 27, como Alberti, a escritores iberoamericanos y europeos como Borges o Max Aub.

Buena parte de este fondo epistolar traza la geografía del destierro: la marcha de España, su itinerancia por Puerto Rico, Cuba, Estados Unidos y el regreso a Puerto Rico, donde Zenobia y Juan Ramón permanecieron hasta el final de sus días.

La llegada de estos fondos convertirá a la Casa Museo en el "mayor centro de documentación" sobre la vida y obra de Juan Ramón Jiménez, ya que sólo faltarían los documentos que se encuentran en el Archivo de Madrid.

Cientos de miles de documentos que hacen un recorrido por la vida personal y literaria de este autor, la mayoría de los cuales aún están sin explorar, y que requerían, según Llansó, de un equipo de investigación dedicado completamente a su estudio para descubrir lo que esconden y seguir contribuyendo a completar la obra de este prolífico e ingente creador.

Algo que ya ha ocurrido con libros como "Dios deseado y deseante" o el recién publicado "Espacio y Tiempo" de los que ya se tienen los textos "definitivos" gracias al trabajo de investigadores que han dedicado horas y horas a analizar anotaciones y otros tantos documentos que se presentan con los textos originales al objeto de obtener una visión global y completa de estas obras.

Y que seguirá ocurriendo con tantos otros ya publicados o aún por publicar como "Vida", porque fueron unos 50 años de creación, de vivir, sentir y dar forma a la literatura, ya fuera en verso o en prosa, con una firme oposición a una "obra total y completa" y en los que fue exponente de una obra "abierta" en la que aún hay mucho inédito, mucho en lo que hurgar para seguir descubriendo al Juan Ramón hombre y poeta.

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