Karel de Gucht: miembros de la OMC deben dejar de decir una cosa y hacer otra

Ginebra, 15 dic.- Los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) deben "dejar de decir una cosa y hacer otra" y no plantearse metas poco realistas sobre su capacidad para reformar y modernizar el sistema multilateral de comercio, afirmó hoy el comisario de Comercio de la Unión Europea, Karel de Gucht.

"¿A quién estamos queriendo engañar? ¿Cómo vamos a ser capaces de repente de solucionar la mitad de los problemas del mundo cuando (los miembros de la OMC) ni siquiera somos capaces de solucionar algunos de los asuntos más sencillos de la Ronda de Doha?", se preguntó el comisario europeo en una conferencia de prensa.

Tras su participación en la primera jornada de la VIII Conferencia Ministerial de la OMC, De Gucht declaró que hay que admitir que "nuestra credibilidad ha resultado gravemente dañada por nuestra incapacidad de hacer despegar Doha, aunque sea mínimamente".

"Debemos ser realistas y pragmáticos", argumentó el comisario europeo, convencido de que el mecanismo creado en 2001 para modernizar y mejorar el sistema multilateral de comercio, con acuerdos concretos en 20 áreas comerciales, no va a poder encontrar un consenso de los 153 países de la OMC ni a corto ni medio plazo.

"Sabemos que la Ronda de Doha no va a ser concluida pronto, pero probablemente podemos alcanzar un acuerdo, por ejemplo, en temas como la facilitación del comercio", dijo De Gucht, que aseguró que Bruselas está dispuesto "a discutirlo todo sin tabúes".

Entre ese "todo" figuran los grandes subsidios que los países europeos conceden a la agricultura: "Europa está dispuesta a aislar y negociar el tema agrícola, pero no estoy seguro de que los otros importantes actores implicados estén también dispuestos", dijo.

De Gucht expresó abiertamente su escepticismo sobre los logros de esta Conferencia Ministerial -"no espero que pase mucho al final"-, pero expresó su esperanza en que "al menos tomemos conciencia de que tenemos que hacer algo para abandonar este punto muerto".

El punto de partida deben ser los acuerdos que beneficien a los países menos desarrollados y, a partir de ahí, pensar por qué otras vías se puede avanzar, sin añadir elementos nuevos que añadan obstáculos a la negociación global, como la influencia de las políticas monetarias y cambiarias en el comercio.