La actividad y las ganancias empresariales recaen y sigue el ajuste de empleo

  • La crisis económica prolonga su impacto en la actividad de las empresas no financieras, que reducen su beneficio neto un 27,4 % en los nueve primeros meses del año tras la modesta recuperación de 2010, al tiempo que siguen destruyendo empleo como principal mecanismo de ajuste.

Madrid, 29 nov.- La crisis económica prolonga su impacto en la actividad de las empresas no financieras, que reducen su beneficio neto un 27,4 % en los nueve primeros meses del año tras la modesta recuperación de 2010, al tiempo que siguen destruyendo empleo como principal mecanismo de ajuste.

Así se desprende de los datos de la Central de Balances Trimestral (CBT) del Banco de España, que atribuye el recorte de las ganancias a las menores plusvalías por la venta de activos, al aumento de los costes financieros y a las fuertes provisiones asociadas a los procesos de regulación de empleo.

El director general del Servicio de Estudios del Banco de España, Jose Luis Malo de Molina, explicó hoy que las plantillas medias disminuyeron un 0,6 %, en menor medida que en los dos últimos años, aunque no han dejado de caer desde 2008.

En este sentido, advirtió de que la economía española se encuentra en una "difícil encrucijada", con un panorama adverso, que repercute en mayor medida en las pequeñas empresas y en los trabajadores eventuales.

Por ello, ve conveniente "más ajustes" y "una nueva reforma laboral", e indicó que la moderación salarial pactada por los agentes sociales para el sector privado ha sido "insuficiente" y no ha frenado la sangría de destrucción de empleo ni ha seguido la senda de reducción salarial realizada por el sector público.

Según los datos del Banco de España, el 52,7 % de las 749 compañías analizadas entre enero y septiembre registraron reducciones en el número de empleados.

"La actividad empresarial todavía no se ha recuperado", dijo Malo de Molina, tras advertir de que en los nueve primeros meses de 2011 ha vuelto a caer.

Explicó que hasta septiembre el valor añadido bruto (VAB) se contrajo un 0,5 %, sobre todo en los sectores ligados al consumo privado, como el de comercio y hostelería y el de la información y las comunicaciones, y pese al buen comportamiento de la rama industrial impulsada por las exportaciones.

Los ingresos financieros crecieron un 19,1 % por los mayores dividendos obtenidos de filiales extranjeras y por el aumento de los intereses recibidos en el marco de la subida de los tipos de interés, motivo que influyó también en el aumento del 10,3 % de los gastos financieros.

Malo de Molina alertó de la tensión financiera que viven sobre todo las empresas de menor tamaño y los sectores más afectados por la crisis, como el de construcción e inmobiliario, y planteó un "incipiente proceso" de desapalancamiento y de alargamiento de los plazos de pago y de cobro de las compañías.

"Como el coste de la financiación aumenta, la brecha entre la rentabilidad y lo que cuesta endeudarse se cierra", lo que reduce los estímulos para invertir, influidos también "por la baja confianza y deterioro de las expectativas", puntualizó Malo de Molina.

Asimismo, consideró que el panorama "es todavía de ajustes" y de que la recuperación empresarial debe asentarse en mejorar la competitividad y en ampliar la capacidad de generar recursos internos con el fin de mejorar la contratación. EFE

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