La baja participación hace peligrar la validez del referendo nuclear búlgaro

  • Apenas un 2 % de los electores búlgaros han acudido a votar hasta ahora en el referendo que se celebra hoy sobre si el país debe construir una segunda planta nuclear, una participación muy alejada del 60 % necesario para que la consulta sea válida.

Sofía, 27 ene.- Apenas un 2 % de los electores búlgaros han acudido a votar hasta ahora en el referendo que se celebra hoy sobre si el país debe construir una segunda planta nuclear, una participación muy alejada del 60 % necesario para que la consulta sea válida.

El portavoz de la Comisión Central Electoral, Biser Troyanov, informó a Efe de que hasta las 10.00 GMT, seis horas después de iniciarse la votación y siete antes del cierre de los colegios, sólo ha acudido a votar un 2 % de los ciudadanos con derecho a participar en este referendo vinculante.

Troyanov confió, no obstante, que durante la tarde aumente el número de votantes.

Casi siete millones de búlgaros están convocados a responder hoy a la pregunta "¿Debe desarrollarse la energía nuclear en Bulgaria con la construcción de una nueva central atómica?", en el primer referendo de la historia democrática del país.

Aunque tras el cierre de los locales de voto, a las 17.00 GMT, se conocerá el resultado de los sondeos a pie de urna, los primeros resultados oficiales se anunciarán en las primeras horas de la madrugada y los datos definitivos serán presentados, a más tardar, tres días después.

Las encuestas previas a la votación auguran un triunfo del "sí", aunque el resultado sólo será válido si participa como mínimo un 60 % del electorado.

Las bajas temperaturas hoy en buena parte del país, con hasta 10 grados bajo cero y capas de nieve de hasta 50 centímetros, han dificultado el derecho al voto e incluso han retrasado la apertura de una treintena de colegios.

Hasta el momento no se han denunciado irregularidades o violaciones del proceso electoral, según ha anunciado el Ministerio del Interior.

La consulta ha sido impulsada por la oposición socialista después de que el pasado marzo el Gobierno cancelara un proyecto ruso para construir la segunda planta atómica del país, argumentando que su precio sobrepasaría los 10.000 millones de euros.

Bulgaria cubre el 34 % de sus necesidades eléctricas gracias a los dos reactores de Kozloduy, una planta de construcción soviética de los años 1970 que el Gobierno sí está dispuesto a ampliar con una nueva turbina.

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