La banca de inversión vuelve a buscar talento a precio de oro

  • La City vuelve a llamar a filas a los grandes banqueros de inversión, ante la cruzada de salidas a bolsa y operaciones corporativas prevista para este año. En España, los profesionales del sector se frotan las manos, conscientes de que el efecto dominó está en marcha.
Enrique Utrera

Como es bien sabido, Londres sigue siendo la referencia número uno a la hora de marcar las tendencias financieras en Europa. De hecho, el doble colapso financiero e inmobiliario que ha sufrido, y aún padece, Reino Unido no le ha robado a la capital ni un ápice de su capacidad para reinventarse.

Ahora, la City arde a golpe de un aluvión de operaciones corporativas y salidas a bolsa por llegar, y los bancos de inversión ponen precio a la reconquista de los profesionales perdidos en los peores momentos de la crisis. Antes de ayer, como quién dice.

En el resto de Europa, y más concretamente en España, se frotan las manos. El efecto dominó está en marcha.El duro y profundo ajuste sufrido por las grandes firmas de la City -que se habrían dejado 50.000 profesionales por el camino durante la crisis- ha dado una vuelta al mapa de la banca de inversión británica.

El talento se ha refugiado en las pequeñas boutiques o ha creado sus propias compañías. Ha nacido un pujante entramado independiente que ha aprovechado la debilidad de los grandes monstruos del M&A, tocados por unas cuentas ruinosas, un proceso de concentración que ha dejado fuera de juego a más de un primer espada, y unas restricciones brutales a la hora de ofrecer a los mejores una retribución variable jugosa.

Este fenómeno no es ajeno a España, aunque a pequeña escala. Clásicos como UBS han perdido casi de un plumazo a sus mejores hombres en Madrid, firmas medianas, como Arcano, han reclutado a uno de los ejecutivos más talentoso de nuestro país, como Jorge Vasallo, responsable de Fusiones y Adquisiciones en España de Royal Bank of Scotland (RBS). E incluso Juan Carlos García Centeno, uno de los ex presidentes de esta entidad, una de las que más ha sentido el azote de la crisis, ha montado su propia sociedad (Sigrun Partners) y ha conseguido mandatos tan relevantes como el de Metrovacesa (es su asesor para la refinanciación de la deuda que estos días negocia con los bancos acreedores).

Otros profesionales de primer nivel se han tomado incluso un período sabático–recuerden el caso de Eva Castillo en BoA-Merrill Lynch, por ejemplo- a la espera de tiempos mejores. Pero parece que no tendrán que aguardar mucho.

Vuelven los fichajes

Son sólo unos ejemplos de una realidad que está cambiando por momentos. Los gigantes de la banca de inversión mundial, resucitados por el apoyo gubernamental y una extraordinaria segunda mitad de 2009 en las bolsas y en el negocio de fusiones y adquisiciones, se preparan para otro año que promete suculentas comisiones. Y eso cuesta dinero, mucho dinero.

En España, donde no hay restricciones al pago del bonus como en Reino Unido (al menos este año), será más fácil recuperar el talento perdido que en las islas, donde toca duplicar el salario base de los ejecutivos para compensar la pérdida de atractivo de la retribución variable. Como ven no todo son malas noticias en el mercado laboral.

Así que prepárense para un baile de fichajes espectacular en los próximos meses, ajeno por completo a la foto fija de la economía real. Hay quien anuncia que dentro y fuera de España la gran banca de inversión se comerá a las boutiques en esta vuelta a los orígenes. Aunque eso está por ver. Nuestra industria mediana ha demostrado un gran nivel de eficacia en los peores momentos de la crisis. Es de esperar que los grandes del sector sean también los primeros por mantener el equilibrio en el selecto y sensible ecosistema de la banca de inversión.

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