Londres.- La boda entre el príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, el próximo 29 de abril, será una fiesta que podría durar hasta once días y que, advierten las empresas, puede costarle más de 5.800 millones de euros a la economía británica.
Las autoridades han decidido que el viernes de la boda sea festivo, con lo que los trabajadores podrán empalmar hasta el lunes siguiente, que lo es también.
Si a ello se une el hecho de que el fin de semana anterior es el de Pascua, con un lunes también festivo tras el domingo de Resurrección, muchos británicos pueden decidir tomarse unas largas vacaciones.
Ello significa que sólo habrá actividad económica en el país tres días entre el 22 de abril y el 2 de mayo, lo que, advierten los empresarios, va a perjudicar sobre todo al pequeño comercio.
Según Stephen Alambritis, de la Federación del Pequeño Comercio, esa acumulación de fiestas no podía llegar en peor momento.
"Estamos preocupados, sobre todo porque en enero va a subir el IVA, lo que podría reducir drásticamente el consumo y muchos esperaban que las ventas de Semana Santa les ayudasen a superar el bache", afirma Alambritis, citado por el rotativo "Daily Telegraph".
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