La economía cobra protagonismo al final de la campaña electoral en Australia

Sídney (Australia), 5 sep.- El crecimiento económico de Australia, uno de los países industrializados que mejor aguantó la crisis financiera mundial, protagonizó hoy del debate electoral, a menos de dos días de los comicios generales.

El primer ministro australiano, Kevin Rudd, destacó la credibilidad financiera que ha mantenido el país en los seis años que el Partido Laborista ha estado en el Gobierno y alertó que de salir elegidos los conservadores realizarán "recortes y más recortes" que pueden generar "la posibilidad de una recesión".

"Heredamos una economía de alrededor de un billón de dólares y ahora tenemos una de unos 1,5 billones," dijo Rudd en un discurso en el Club Nacional de la Prensa en Canberra.

Por su parte, el portavoz de la Coalición Liberal, Joe Hockey, prometió en una rueda de prensa en la ciudad de Melbourne que los planes económicos que proponen son "prudentes", mejorarán el presupuesto del Estado, actualmente en déficit, y generarán un crecimiento mayor.

Los conservadores, favoritos en las encuestas para las elecciones del sábado, prevén ahorrar unos 36.664 millones de dólares (27.827 millones de euros) y mejorar el balance presupuestario en unos 5.499 millones de dólares (4.174 millones de euros).

Hockey anunció un recorte a la ayuda internacional en unos 4.124 millones de dólares (3.130 millones de euros) para invertirlos en infraestructuras.

"Vamos a cortar el crecimiento en la ayuda exterior para pagar por la infraestructura que se necesita aquí en Australia", comentó Hockey al subrayar que la nación puede ser generosa con el resto del mundo si tiene una economía sólida.

La economía australiana lleva 22 años de crecimiento sostenido y se espera que avance un 2,5 por ciento en el ejercicios fiscal que abarca del 1 de julio de 2013 al 30 de junio de 2014, mientras que las tres principales agencias crediticias le han otorgado la máxima calificación.

El producto interior bruto (PIB) subió un 0,6 por ciento entre abril y junio de este año, y la tasa de crecimiento anual del ejercicio fiscal 2012-2013 acabó en el 2,6 por ciento, pero el declive de la bonanza económica y el déficit en el presupuesto han generado temores en torno al futuro.