La fusión de Caja España y Caja Duero recortará 850 empleos antes de abril

Madrid.- La fusión de Caja España y Caja Duero cerrará el primer trimestre de 2011 con 850 empleados menos que cuando nació el grupo, con lo que la plantilla se habrá recortado un 15% hasta cerca de 4.700 empleados.

De esta forma, la entidad castellanoleonesa habrá concluido antes de marzo su ajuste de empleo, que vendrá precedido del cierre del 23% de su red de oficinas, o lo que es lo mismo unas 243 sucursales.

Según fuentes parlamentarias consultadas por Efe, así lo explicó el subgobernador del Banco de España y presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Francisco Javier Aríztegui, en una subcomisión en el Congreso de los Diputados a puerta cerrada.

En ella, el subgobernador destacó la buena evolución del plan de ajuste de la nueva entidad y puso como ejemplo que hasta la fecha ya ha cerrado 160 oficinas, por lo que sólo le quedarán por clausurar unas 83 más, lo que podría materializarse en las próximas semanas.

Por eso, Aríztegui aseguró que la fusión de Caja Duero y Caja España es "un proyecto sólido y viable" y elogió que la entidad se ha capitalizado adecuadamente, en alusión al préstamo de 525 millones concedido por el FROB.

Sobre este instrumento, siempre según las mismas fuentes, el subgobernador insistió en que si en el futuro un proceso de consolidación requiere recursos públicos tendrá que solicitar la autorización expresa de Bruselas, ya que a cierre de 2010 vence el marco general que permite la aprobación rápida de cualquier proceso.

En este sentido, a preguntas de los diputados, el subgobernador dio a entender que el Parlamento, a petición del Gobierno, previsiblemente no pedirá una prórroga del FROB.

En cualquier caso, al término del encuentro, fuentes del PP criticaron que la diputada socialista Marta Gastón, que actuaba como secretaria de la subcomisión, haya puesto "impedimentos" para que el subgobernador respondiera a cualquier otra cuestión ajena a la fusión de Caja Duero y Caja España.

Por eso, el PP afirmó que en los próximos días pedirá una comparecencia abierta para aclarar sus dudas sobre la reestructuración financiera y el acceso al crédito de familias y empresas.